PSX - 2
Hola a todos,
Hola a todos,
Han pasado unos días sin escribir en el tumulto de una supuesta "vida tranquila veraniega". Realmente es curiosa la naturaleza cíclica de esta actividad comunicativa (para mí no llega a creativa) que es un blog. Es una sinusiode imperfecta de trazo imprevisible: ahora mucho, después semanas de nada, luego unos artículos salpicados...
En fin, ahora, en la bañera de un velero amarrado en algún punto del Mediterráneo, en una noche espléndida después de dos jornadas de paso inexorablemente lento del tiempo para lo que es mi tónica habitual me sobrevienen recuerdos de los anteriores días. Entre ellos se encuentra este que me encanta porque es una doble sinapsis personal y triple geográfica: os voy a transmitir desde Formentera una historia que ocurrió en la antigua URSS y que me contó en algún punto de la sierra al sur de la provincia de Albacete un buen amigo de orígen armenio, por cierto contrabajista excelente. A partir de ahora, él hablará en primera persona desde el iPaq del que os escribo el artículo, no yo.
"El servicio militar allí era de dos años de duración. Tras la instrucción me enviaron a un punto remoto en algún lugar cercano a la frontera con Turquía. Era una sierra de aire limpio con unas vistas anonadantes: se divisaba prácticamente toda Turquía desde allí, así como buena parte de la frontera del inmenso país soviético hacia el este. Mi misión consistía en vigilar...no sé muy bien qué. Las horas pasaban tan lentas que al principio pensé que me iba a volver loco. Después hube de concluir que fueron los días más felices de mi vida. Salía a patrullar con mi Kalashnikov y un pitillo encendido. La paz y el silencio casi se olían, mezcladas con los aromas del bosque. El único contacto humano era la radio para comunicar eventuales novedades que nunca se producían y la llegada cada 10 ó 12 días del transporte que me traía víveres y también desperdicios de la compañía a una fosa que se hallaba a unos 300m de mi caseta. La fosa era el único elemento que desentonaba en aquella pintura de naturaleza agreste y elemental. A veces los resíduos era hediondos y yo patrullaba por allí por rutina y con desgana.
Sin embargo un día la fosa me proporcionó una vivencia excepcional. Patrullaba y me acerqué a ella a echar un vistazo. Mientras apuraba el pitillo ya separaba la mirada para irme cuando la volví por lo que me pareció ver: dos ojos claros me miraban desde el fondo. La mirada era serena, pero resignada. Aquel ser estaba atrapado en el magma movedizo de los desperdicios y sabía como yo que sin mi concurso su fin estaba próximo. Dejé el fusil, cerca...eso sí, y empecé a tirar del pescuezo para liberarlo. Fue una brega agotadora de casi veinte minutos. Su inteligencia e instinto le mantuvieron pasivo al principio. A medida que se sabía más cerca de su liberación pudo contribuir para ayudarme. Yo tenía el brazo tan dolorido por el esfuerzo que no podía más. Al final lo conseguí sacar. Era un lobo ENORME, un animal de una belleza asombrosa. Su tamaño y aspecto me hicieron temer y retrocedí despacio sin dejar de mirarle con el fin de recuperar el Kalashnikov. Aún sacudiéndose para limpiar su piel de los restos de la fosa no había separado sus claros ojos de mí. De repente ya limpio, liberado, soberano de su destino, me miró de abajo a arriba. Yo no sabía cómo reaccionar y sujetaba el fusil con fuerza...su mirada se paró en la mía tres, cuatro, al menos siete segundos de orgullo y a la vez respeto. Un agradecimiento tan sincero como sobrio y digno. Inició la media vuelta sin dejar de mirarme y cuando los ojos claros perdieron contacto con los míos corrió y se perdió en el bosque. Pocas cosas me emocionan tanto como el recuerdo de aquella mirada sostenida."
Nada más enfilar la salida del área de servicio FIL reexpone su leitmotiv en su habitual dinámica fortissimo: "YO TRES LONGANIZAS". No se nos había ocurrido que se le pudiese olvidar, pero por si había dudas ahí estaba su reafirmación existencial en forma de agresión sonora.
Al entrar en el restaurante -uno de esos típicos y desangelados autoservicios de autovía- se produce lo que los músicos llaman reexposición resumida: "TRES LONGANIZAS". A pesar de su menor duración la dinámica empleada hace que el 100% de las víctimas del autoservicio sepan que no están solos en su ignominia, y aproximadamente el 80% de ellos quieren saber qué caras tienen las nuevas.
"¿HAY QUE IR A POR LA COMIDA...? NO ME GUSTA..." . Hay que reconocer que FIL es de una coherencia admirable porque no le puede gustar un autoservicio a quien le encanta que le sirvan. "Papá... siéntate y nosotros te la traemos, aquí, ¿vale?".
"TRES LONGANIZAS"
Pffffffffffff es lo más lúcido y elegante que viene a mi mente mientras su hija y yo nos miramos con resignación a la vez que avanzamos hacia la cadena de autoservicio.
Allí nos percatamos de que no hay longanizas entre la corta oferta gastronómica que yace inerte en los expositores. Su hija vuelve para intentar convencer a FIL de la conveniencia de una sopa castellana o de una apetitosa paella. No tiene tiempo de acabar de articular la frase: "LONGANIZAS... TRES". "¡Dos papá, dos! y ya está bien". FIL acaba con la paciencia de cualquiera, la reducción de la dosis obedece a un ya incipiente cabreo de su hija y también al hecho de que tres no le conviene porque tiene el colesterol regulado a base de pastillas.
Un amable empleado nos tranquiliza: "no se preocupen señores, las longanizas no están en la carta pero se las podemos hacer". Parece que FIL tiene la suerte de cara. El pago en caja y el traslado de la comida de tres personas en dos bandejas es un auténtico engorro. Tenemos verdaderas ganas de estar ya sentados y comiendo aunque sea con música de "LA VIDA QUÉ PRECIOSA ES...".
Al llegar a la mesa nos espera una sorpresa desagradable, FIL inspecciona el plato y lanza un "...PERO YO QUERÍA NEGRAS". Nos quedamos desolados medio en pié, medio-casi sentándonos. "¡Pediste longanizas!" tercia su hija. "PERO NEGRAS". "Papá son morcillas, se llaman m-o-r-c-i-l-l-a-s". Recuerdo no sin una sonrisa que FIL debe tener algún problema con el vocablo "morcilla"; recuerdo haber oído "chorizos negros" (¡¡!!), "butifarras", "botifarras", "butifarras negras" entre otras. Pero "longanizas" y al cabo de media hora "negras" era demasiado para nosotros y para el auto-anti-servicio. Nos debatimos entre acceder al "capricho", marcar una cierta disciplina o simplemente desearle morcilla, eso si, especificando antes del vocablo que él no encontró el giro "que le den".
Al final se impone lamentablemente para FIL nuestro cansancio y cobardía -lo reconozco- ante la posibilidad de acometer el penoso proceso de pedir otra vez algo que no está en el menú y sufrir el enervante trámite del pago en caja.
FIL refunfuña como un niño, reniega un poco y ataca con desgana el embutido. Su berrinche tiene una consecuencia positiva: podemos comer sin oír Radio Suegro... ninguna alusión a la belleza de la vida o a la grandeza de Dios. Una comida sana y decente, así de simple.
Otra vez de camino parece que a FIL se le ha medio pasado el berrinche. "AQUÍ YA NO VOLVEMOS...". Nada más oírlo me apunto la salida de la autovía en cuestión. Hay que acumular conocimiento útil para ulteriores puteos.
Un sorpresivo (otro...) "¡CUÁNTO COCHE...! nos avisa de que FIL ya no se acuerda del episodio morcillil. "¡CUÁNTO CUESTA DE LLEGAR!", es otra frase que está programada para sonar repetidas veces a partir del km 70 antes de la llegada a destino.
A nuestra llegada somos recibidos por mis cuñados de forma cariñosa y efusiva, a pesar de ser portadores del paquete en cuestión. La verdad es que nuestra relación es fantástica. Mi sobrino de diez años está viendo en la tele una de sus series favoritas. Tras besarnos se aplica con ahínco a la contemplación del serial. Nada va a perturbar dicha contemplación, ni siquiera FIL, quien tras acomodarse en la habitación que le dará cobijo un mes entero se sienta al lado del niño. "EL COLEGIO... ¿BIEN?"... un lacónico sí sin separar la mirada de la pantalla da respuesta. "¿TIENES YA VACACIONES?". El niño sube la voz pero no separa la mirada de la tele: "SIIIIiiii abuelito, sí". Nosotros salimos los cuatro con una improvisada merienda al jardín... tenemos mucho que contarnos. Al pasar por el salón nos compadecemos ligeramente de mi sobrino en silencio: el interrogatorio llega en el momento más inoportuno de la serie, como no podía ser de otra manera. De cualquier forma el niño es extremadamente inteligente, después de un conato de cabreo opta por lo más sano, se encierra en la serie clavando sus preciosos ojos en la pantalla y ya no contesta.
Nosotros estamos ya enfrascados en una agradable conversación mantenida en un no menos agradable atardecer. Nos ponemos al día de muchas cosas.
En los silencios de nuestra conversación oímos la televisión por la puerta abierta. FIL hace un rato que no interviene. De momento truena un "LA VIDA...." pero la frase no es completada... Nos miramos y por nuestra mente pasa la misma imagen: FIL ataca de nuevo, pero le ha frenado la constancia televisiva y autodefensiva de mi sobrino que ni ha pestañeado y seguramente ni respirado.
La semifrase queda dibujada en el aire del jardín saliendo del salón como el bocadillo monstruoso de un tebeo imposible.
Nos miramos y nos brota una sana carcajada. FIL es un inoportuno: de haber acabado la frase hubiese tenido razón.
Las visitas al médico es algo que no prodigamos, cuando lo hacemos es in extremis y a veces de urgencia, como esta vez. Es por ello por lo que el dr. Vázquez (nuestro médico de cabecera) nos riñe cariñosamente y ni nos extraña ni nos molesta. El doctor joven, bronceado, alto, bien parecido y con un admirable sentido del humor: "vamos, ¡me encanta!, estoy encantado con pacientes como vosotros. Pilláis un proceso vírico y venís a los siete días y de dos en dos... ¡me encanta!" (mientras examina sonrisa en boca la garganta de mi chica). A propósito de ese tipo de pacientes que esperan a que la naturaleza haga su camino tengan lo que tengan, nos cuenta que una vez en París leyó en un graffti lo siguiente:
"Un ciervo yace muerto en el suelo y viene Chuck Norris y de una patada lo resucita,
al cabo de un rato, propinándole una patada lateral y rompiéndole el cuello Chuck Norris lo mata...
MORALEJA: lo que Chuck Norris te da Chuck Norris te lo quita".
Mientras el doctor expresa su curiosidad acerca de los procesos mentales del individuo que escribió la frase en cuestión me quedo pensando en situaciones parecidas vividas en algún que otro funeral, recuerdo por ejemplo "Señor, tú nos diste a Rosa y tú te la has llevado..." y me asombro de que el hombre moldea a ese supuesto sumo hacedor a su imagen y semejanza y no al revés como nos aseguran. De esta manera lo conforma caprichoso, arbitrario y un poco chulo... patadita y a otra cosa.
Vuelvo a la conversación, la verdad es que reímos con ganas los tres, el galeno y nosotros. Dejo mis reflexiones y me dejo llevar por la situación coloquial y agradable.
Mejor no pensar nada más, salvo agradecer al Dr. Vázquez su sentido del humor.
¡Gracias doctor!
Lo cotidiano de nuevo. Vida y viajes con FIL.
La convivencia con FIL en recintos pequeños (la traquilidad del hogar, el coche) es poco llevadera. FIL tiene un repertorio restringido de expresiones cuya previsibilidad e inexorabilidad recuerdan al martirio de la gota cayendo.
- "LA VIDA... ¡QUÉ PRECIOSA ES...!"
En el silencio del salón la declaración de optimismo lo parece de guerra por el desafuero sonoro con el que se produce, nosotros llegamos con FIL al nirvana de la admiración por la vida directamente por medio del susto. Cada vez que oigo la frase (y esa tarde había sonado ya dos veces) no puedo evitar pensar en el fraude que padecemos diariamente teniendo que tragar con lo de la supuesta depresión. El exabrupto nos ha sacado de la lectura. Cuando dirijo la mirada a su hija con intención de compartir un guiño, ella está en otro registro:
- "Papá...." (dulcemente pero con cara como de haber ido a pagar cien veces la misma multa) "... ¡qué pesadito!".
- "A MÍ ME GUSTA DECIRLO". Al oír esto aparece un "y a los demás que los zurzan..." en la parte de subtítulos de mi mente.
También hay otra frase inefable: "DIOS..... ¡QUÉ GRANDE ES....Y QUÉ GANAS TENGO DE VERLO...". Tengo que reprimir al chip encargado de lanzar mis subtítulos para que no se solidarice con SUS ganas...
Cada vez que transportamos a FIL nos demuestra que no está dispuesto a "ir a verlo" tan pronto, incluso se pone el cinturón de seguridad, proeza que no mucho tiempo atrás nos parecía imposible. "¡CUÁNTO COCHE...! es otra de las frases recurrentes. Abordar un viaje de 350km y oírla en el kilómetro 14 proporciona una perspectiva poco halagüeña, se podría poner la radio, o música a un volumen disuasorio, como hacen todos aquellos que oyen música en el coche con el intestino, pero es poco solidario y (os lo temías, ¿verdad?) FIL no se arredra fácilmente. Como tiene desarrolladísimo el don de la contra-oportunidad hace preguntas cuando peor se le pueden contestar. Estoy seguro que tendría que bajar la música aproximadamente en el segundo 28 de la primera pista...
La relación de FIL con las cerraduras es tan abrupta y poco considerada como la que le "une" con las personas. La llave ha de ir por ese camino le guste a ella o no. Una vez que se agacha y mete la llave viene un forcejeo desigual de apenas milímetros pero titánico entre FIL y el paño, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda: clack-clock-clack-clock-clack-clock-clack-clock... Igual es la divina providencia la que nos alivia del tormento de oírlo llevándose una micra de material metálico allá en el interior del paño para que la llave tozuda gire por donde se empeñó el señor... eso explica por qué en casa todas las cerraduras están para cambiar. Otros artefactos sufren suerte parecida, como ocurre con el cinturón de seguridad. FIL no se sujeta de puro gandul como ya se sabe, pero su "actitud vital/vial" choca con esos diabólicos cinturones auto-bloqueo. Lo normal es que comience el viaje sentado, y al cabo de no más de 20 km se vaya acercando peligrosamente al decúbito-supino, pero lo angosto del cinturón de las plazas traseras conjuntado con el hecho de que FIL, a pesar de que nunca antes estuvo gordo, tiene ya el perfil de una b con patas de alambre hace que el celoso mecanismo de bloqueo del cinturón se aferre firmemente a su barriga: "OYE....ESTO SE HA ESTROPEADO"... truena desde atrás.
Repuestos del sobresalto sonoro oímos el clack-clack-clack-clack-clack-clack... las gafas de sol de guardia civil de los de antes mirando la hebilla. Desde el puesto del copiloto espero a que se canse. Por mucho que estire la providencia no le va servir de nada con el mecanismo de bloqueo del cinturón de un coche alemán. Efectivamente, el cinturón no cede pero FIL estira en un sentido solo (el suyo) sin dar apenas margen a que se recupere, es decir como hace con todos nosotros.
Después de estudiarlo un rato en su brega como si se tratase de una especie nueva recién descubierta decido pasar a la acción... me estiro hacia atrás en una difícil torsión -me sorprende mi agilidad cuando estoy ligeramente cabreado- y cogiendo la porción del cinturón que se mete en la hendidura doy con fuerza un tirón hacia dentro para liberar el mecanismo, comprimiendo más aún la barriga de FIL... es un placer especial apretar las tuercas a alguien que se lo merece cuando es por su bien y no hay más remedio. Lo libero, le digo que se siente recto y que se lo vuelva a abrochar. Así lo hace y el viaje prosigue como antes del episodio.
A los 10 km. "LA VIDA.... ¡QUÉ PRECIOSA ES!
A los 20 km... clack-clack-clack-clack-clack-clack... "ESTO SE HA ROTO..."
A los 22 km (14.50 horas): "YO... TRES LONGANIZAS....."
¿Cómo puedo no continuar? .... Seguirá.
En julio como sabéis nos visita el jefe y guía de una de las sectas más seguidas, que aunque mayoritaria es secta al fin al cabo. El encuentro/visita/miting en función del punto de vista de quien lo aprovecha de entre las castas organizadoras tiene como trasunto principal el tema de la familia. Sea por mi obsesión Berlanguiana por el asunto o por lo que fuere me he visto sumido en un cierto "limbo" de reflexiones...
Si se me permite la cabriola intelectual voy -para argumentar, claro- a asumir cierto background judeo-cristiano permitiéndome sentar la base de que fuimos creados a imagen y semejanza del máximo hacedor. Muy tontos nos creyó cuando nos puso unos mecanismos de supervivencia de la especie TAN desproporcionados que luego ha habido que ir matizándolos con reglas, mandamientos, leyes y otras monsergas. El sueño, el alimento y la reproducción son mecanismos brutalmente injertados en nosotros, eso es incuestionable, y son (sobre todo los dos últimos) de tal fuerza en su diseño genético que se me antojan desproporcionados para una especie "evolucionada espiritualmente" o mentalmente, que tanto da.
Ahora bien, esta secta ha triunfado sobre la especie (nosotros) de forma rotunda, estrepitosa, escandalosa y aún denigrante en lo referente al tercero de los mecanismos. Sí, sí queridos, el que rige todo aquello que concierne a la entrepierna. Vivimos una de las épocas más puritanas y estrechas de toda la historia del género humano. Recuerdo no sin sarcasmo conocidos que se dicen "librepensadores".... me pregunto de qué sirve ser librepensador si no se es librehacedor: o se va uno a una isla con gente que piense distinto para generar un orden moral distinto o no hay nada que hacer. Nadie hace tal cosa, ni los papanatas que se proclaman librepensadores. Antes pesa mucho más el confort, la comodidad, la seguridad y el conformismo que se "disfruta". Sin embargo, a pesar de su triunfo la secta sigue machacándonos con moral, familia y todo el artefacto santo.
La familia es una unidad productiva de organización humana. NO ES UNA INSTITUCIÓN.
La disgregación de esa unidad productiva como la conocemos la provoca el depredador orden social liberal que defienden los que defienden esa "su" familia no siendo conscientes de que está cambiando no porque un gobierno apruebe una ley de aborto o divorcio, sino porque los procesos productivos y económicos cambian profundamente. Los tipos que propugnan con sus políticas estos cambios se alían con los que defienden la familia "tradicional". Es tan absurdo como propugnar libre circulación de capitales... pero no de personas. ¡Tienen una jeta!.
Y el sexo (y el sometimiento moral de los fieles por su control) ha sido y será caballo de batalla para la secta. ¿No os llamaban la atención las ideas avanzadas en lo social y estrechas en lo referente a lo de... la parte de las ingles del anterior pontífice?. La gula es un pecado tan capital como la lujuria, pero no se persigue igual... La secta no está preocupada por la obesidad, ni la generada por enfermedad, ni la amasada a base de pecar capitalmente. Ateniéndonos a la lógica de los mecanismos naturales a los que aludía al principio uno puede picar del frigorífico un pastel... pero no cometer actos impuros... ¿qué diferencia hay?.
Hay que contraatacar, el otro día me sobrevino una visión onírica: en plena celebración, quizá en un momento delicado de la liturgia esa que tantos euros en fastos y desproporciones consumirá, aparecerá inocentemente por el horizonte aproximándose gracias al diestro cálculo de vientos que realizó un genial terrorista del humor un inmenso globo en forma de falo enhiesto. Necesitamos terrorismo de humor. No necesitamos lo que nos dan, ¡Necesitamos risa y salud!.
p.d. ¡Que nadie me acuse de instigador de nada!, esos días por si las moscas (y por otras muchas razones) yo no estaré por aquí. De cualquier forma... si voy por el campo churruscando higueras que no me ofrezcan su fruto y los dueños actúan contra mí diré que el instigador es Jesús.... ¡ah! ¿que lo de las higueras era una parábola?, yo creo que era una hipérbole... pero bueno, también tengo derecho a escribir parábolas, al fin y a la postre un pecado venial.
¡Hola de nuevo a todos!.
Toma posesión el nuevo conseller de territorio y vivienda y suelta (no hay verbo mejor): «Voy a hacer un urbanismo de ladrillo verde. Una política sandía: verde por fuera y roja, como el corazón, por dentro. Vamos a apostar por un urbanismo de corazón.»
Me encantaría que definiera cómo ha sido el urbanismo que han hecho hasta ahora en oposición al que están dispuestos a hacer a partir de su toma de posesión. Si esto se anuncia así es porque supone un cambio con la política de la cual hemos sido objeto, ¿y justo ahora?. hmmmmmm ¿porqué, por su cara bonita?. Personalista el chico (fijáos en la primera persona...), pero si cambian a un urbanismo humano es que antes no lo hacían, ¿no?. No os preocupéis... ahora tampoco.
En una emisora local -por cierto nada afecta a el gobierno de la Generalitat- se puede seguir un programa de noticias ecológicas. La primera vez que oí el trailer me descojonaba* vivo en la cocina yo solo mientras le daba a las cazuelas. "Serán todas malas", pensé... "será peor que una semana negra de esas que se dan en los noticiarios, pero sólo de ecología. El litoral levantino da para llenar horas con noticias de una truculencia similar a la violencia de género pero en lo ecológico. LO ESCATOECOLÓGICO". Pensé en un espectáculo gore-informativo donde el verde se convierte en marrón-pardo (de la porquería, siguiendo el juego de colores que empezó el conseller).... Pues ¡no!. Todo noticias oficiales y acartonadas, iniciativas institucionales, buenas palabras... Nada que ver con la realidad, desde luego, o al menos se trata de verdades muy parciales que entran de lleno en lo que llamamos cataplasmas. Para ver la realidad no hay mas que darse una vuelta (larga) y visitar la costa desde Vinaroz a Orihuela. El árbol que más abunda es el de la foto de arriba.
¡Estamos muy verdes, y lo peor es que vamos hacia el negro**!
* En estos artículos no pienso mantener "estilo"
** el ano-futuro que nos están preparando
En mi caso concreto el recibimiento y aceptación por parte de FIL conformaron una situación bien diferente a la que vimos en el capítulo anterior, ya que había algo de positivo para él en el hecho de que me casase con su hija 2ª: y es que dejaba de ser amigo de la 3ª, la cual tenía novio, que era amigo mío también. Esta situación moralmente reprobable ("¿amigo ¿? de una hija mía... y no es su novio?" = cortocircuito mental), era gestionada por FIL con su tacto, gracia y habilidad características, ridiculizándome delante de sus hijas cuando yo no estaba para hacerlas rabiar. Enterarse que me casaba con ella le alegró por tanto.
Seguimos con historia.
No hay nada fuera de la familia carnal o de la que consiste en su expansión por el santo vínculo del matrimonio que FIL y sus hermanos consideren digno. Incluso esta última es tenida en inferior categoría.
El transporte público es un perfecto aluvión de sensaciones para los sentidos (estáis pensando ya en cosas desagradables, seguro) y permite aunque fugazmente conocer tipos humanos y personajes distintos. En estos tiempos uso al llegar a una de las ciudades donde trabajo una línea de autobús que me deja a escasos metros de mi destino. El trayecto suele ser rápido, a veces fulminante, pero permite aún captar fogonazos de realidad. Hoy va casi vacío (no es habitual)... Me siento. A las dos paradas sube un individuo que intuyo estudiable. ¡Ya lo creo!. Se sienta en una de las butacas de orientación lateral, hace sonar sus mocos y nos mira con una mezcla de altivez, repugnancia disimulada, desprecio e indiferencia a través de unos ojos azules entre de rapaz y de ofidio. Barba corta entrecana, rondando la cincuentena, ropa cara...
Abre el libro que lleva. Un libro de Pío Moa..."¡apropiado!", pienso...y también: "tio, déjalo estar. No lo mires y pasa de él, aunque debe estar un palmo por debajo de tu 1.83 debe ser de los capaces de liarse a hostias...", o más inocente me digo: "deja de observarlo o esta noche lo tendrás en el blog, ¡te conozco!".
Hago caso de mi voz interior y decido pasar de él. Me concentro en la calle: primavera radiante, la luz, los árboles que vamos dejando atrás.
¡Arrggg! Suena un Motorola de última generación. Es el suyo. Albergo la esperanza de que su tono de voz sea lo bastante discreto para seguir pasando... No es así, claro, su coherencia interna se hubiera visto afectada. "¿Como?, ¿que no habéis hablado con él?. ¿Qué habéis hecho esta mañana?. No tenéis ni zorra idea. No, ¡no!...dile a Carlos que lo quiero en mi despacho a las 5...". Sigue con delicatessen similares que no reproduzco y pienso: "¡vaya formas!".
En fin, a partir de aquí este artículo de ...ejem..."crítica literaria" es inevitable, me ha dado ya demasiados motivos. Mi mente se dispara mientras él se sumerge otra vez en el abrevadero encuadernado: "...seguramente son torpes, aunque los ha contratado e incluso seleccionado él mismo. Quizá no son muy cualificados y a él le compensa porque les paga menos, les puede insultar y después quejarse en su círculo de responsables de pymes de...lo mal que trabajan, lo ineptos que son (aunque alguna de ellas seguramente estará buena), sinofuerapormínoséqueseríadellos y todo eso..." pero ¡atención!: baja del bus. Cierra el libro y se levanta rápido hacia la puerta. El espectáculo concluye, pienso. La commedia è finita.
¡NOOOO!, justo al poner el pie en la calle y en el preciso instante en el que se cierra la puerta del autobús deja en la acera una porción de la materia semilíquida y verdiamarilla que le sobra en la garganta.
Sospecho que no solo en la garganta.
Ayer me encontré con un buen amigo (F.P.) que, para mi sorpresa, me dijo que me leía. Pensé que éramos aqui dos ó tres, pero la observación de F. y el "moscardoneo" (y no lo toméis a mal, por favor, hoy tengo vena humorística) de IPs que constato en el servidor que he improvisado para los ejemplos musicales me asombra. Resulta que somos más pero hay muchos tímidos... bueno, no pasa nada, yo era tímido de joven .
Esclava te doy, que no esposa. ¿Era así?. Parece que sí a juzgar por los usos sociales que imperaban en los años 50, pero quien piense que FIL era un tirano por machista está equivocado: FIL simplemente mantuvo el status de señoritingo del que disfrutó en su casa materna. De hecho le funcionó como compensación el tiranizar a "sus mujeres" en casa tras sufrir él los avatares de ser tiranizado fuera de casa (reconozco que es un circunloquio para decir "trabajar", pero para FIL trabajar era exactamente esto). Hay una anécdota que el propio FIL me contó ilustrativa de su espíritu nada proclive a servir y su estar fuera del tiempo que le tocó vivir: uno de sus primeros trabajos (quizá el primero) era hacer de auxiliar en un despacho de abogados. Con sus estudios era evidente que las primeras tareas iban a ser de un jaez no demasiado elevado, evidente para todos menos para él. Cuando alguien le pidió que subiera el primer café FIL no esperó al segundo. Se despidió. Esto puede ser visto como una valoración positiva del orgullo -sano en este caso- de FIL, pero si pensamos en lo que tendría que porfiar alguien cercano a la familia para conseguir que al zángano sin estudios se le acogiese en alguna de aquellas rancias pequeñas empresas el orgullo aristocrático no sale tan bien parado. Él lo cuenta orgulloso, yo pienso siempre en aquel remoto familiar o amigo que pidió favor tan inútil.
La vida laboral de FIL, después de unos cuantos vaivenes se estabilizó en una empresa de la construcción. Allí su habilidad (que la tenía y mucha) con las manos, sus rápidos estudios de delineante y otras virtudes (que también tiene) le permitieron durante muchos años ocupar un puesto medianamente confortable. FIL siempre iba a trabajar de punta en blanco. Era bastante "dandy", en un alarde de coherencia con su ya caducada alta alcurnia. Pantalones color caqui casi siempre y lacoste blanco. Calcetines blancos y zapatos negros para sus pequeños pies de dandy. Complexión física vigorosa pero pequeña, cabello muy abundante cada vez más cano encima de unos ojos que siempre me sorprendieron por inexpresivos. Ahora que lo veo sin dentadura podría ser una mezcla entre Herbert von Karajan y el abuelo cebolleta. Del director austriaco la cabellera, aunque más dura a juzgar con la facilidad con la que ondulaba el pelo del Salzburgués, pero no la nobeza de sus ojos azules. Los ojos de FIL son bastante neutros y desustanciados, en concomitancia con lo que hay detrás de ellos, y los enmarcan unas pestañas tacañas de las que apuntan hacia abajo. Las cejas pobladas y abruptas. Tampoco la nariz perfecta (demasiado quizá) del genio de las finanzas musicales, sino una fina pero un poco aberengenada. Si hubiese tenido otro fondo FIL hubiese tenido atractivo. Hay quien sostiene que lo tenía, pero no voy a discutir...¿para qué? una mirada suya le bastaba y basta para perderlo. Como dice él: "¡qué pena!".
En las fotos de casado posaba más chulo que un ocho. Siempre era pose: caer poco natural, cigarrillo colgando de la comisura de los labios sustentado por una sola molécula, y flequillo colocado ad hoc. Al ver las fotos sin conocerlo piensas indefectiblemente: "este es el tipo al que me hubiera gustado darle una hostia", aunque como en mi caso el uso de la violencia física se limite al estornudo.
Al llegar a casa el dandy, las cuatro hijas alojadas en sus habitaciones dispuestas a lo largo del pasillo salían a besar una mejilla que era ofrecida para tal como la mano de monseñor. Él no besaba (rara vez lo hace ahora), era besado. En suma una pequeña corte. Desayuno, comida y cena habían de estar listas y servidas a unas horas concretas que no admitían alteración bajo ningún pretexto. Las hijas habían de llegar inexcusablemente a casa incluso con más de veinte años a la ridícula hora de las 21.30 y cuando escribo inexcusablemente era justo eso. Todos los amigos/as de las hijas eran ridiculizados con muy poca gracia y bastante mala pata. Gracioso, gracioso FIL nunca fue. En el fondo se burlaba de ellos (nosotros) porque para él, y convendrá recordarlo porque explicará muchas cosas después, fuera de la familia cualquier relación simplemente no habría de existir. Esas relaciones eran sometidas a un desprecio cruel y burla sistemática. No cualquiera entraba en el clan, aunque a fuer de ser sincero diré que conocer a FIL le bajaba a uno la líbido, la curiosidad, el romanticismo, el espíritu de aventura, la fe (si la tenía) y sobre todo las pocas ganas de familia que pudiera tener.
¡Y eso antes de saber que habría de vivir bajo un mismo techo!
¡EL APASIONANTE MUNDO DE LA FAMILIA (Cristiana)!
p.d. Incluyo foto más acertada de uno de los medios de locomoción que usaba FIL (color y todo). La foto del capítulo anterior servía únicamente para situar una época.
No son muchos, la verdad, comparados con los países de mayor tradición democrática, pero se va haciendo camino. ¿Hacia dónde? cada uno sabrá, pero lo cierto es que hay actitudes que por chocantes provocan el aflorar de la... sabiduría popular. Me había propuesto no enviar chistes, pero anoche un amigo me contó uno que ¡NO HE PODIDO resistir la tentación! de usarlo a modo ilustrativo. La perla reza así:
"Con motivo de la visita del Papa a Valencia, visita que -esto es mío- pagamos todos los valencianos seamos o no de la única religión verdadera, se organiza un paseo en barca por la Albufera. Zapatero también está presente, pero como las relaciones entre la Santa Sede y la Moncloa no se hallan en su mejor momento, protocolo se encarga de que vayan cada uno en una barca distinta (de esta manera -también cosecha propia- Canal 9 puede dedicarse como hace siempre a ningunear a las autoridades de color político distinto a las que gobiernan nuestra autonomía). Comienza el paseo y todo va bien hasta que el Papa cae al agua, y ante el pequeño desconcierto inicial, en un rapto de valentía y arrojo inusitado en un político, o seguramente porque ni un cámara le ha tomado un plano en todo el acto, Zapatero se tira de la barca y cual nuevo mesías caminando sobre las aguas salva al pontífice ante la pasividad perpleja de todos los presentes.
Al día siguiente el periódico EL MUNDO anuncia en grandes titulares:
ENCUENTROS
En 1963 se dieron cita en NY A.C. Jobim, Astrud y Joao Gilberto y el saxofonista Stan Getz para grabar música del primero para el sello Verve acogidos y auspiciados por el productor Creed Taylor. Stan Getz era uno de los músicos de jazz interesados en introducir la bossa nova y más concretamente la música de Jobim en los círculos jazzísticos en los que se movía como lo demuestra la voluntad de aunar los dos mundos que anima esta mítica grabación. Otros grandes del jazz por esta época adoptaron y compusieron en estilo bossa (Oscar Peterson, por ejemplo), pero esta grabación sin duda supuso un hito.
De la música no diré nada ya que es bien conocida, de la interpretación diré que es una de las veces que se puede oír la música de Jobim en estado más puro. La toma suena íntima y limpia (adivinamos un estudio recoleto). ¿Qué más se podría pedir?, ¿a Jobim tocando el piano?... Aquí lo tenéis, aunque me apresuro a decir que es un instrumentista discreto en la buena y no tan buena (aunque él hace buena) acepción del vocablo. A su lado los Gilberto aportan cada uno sus virtudes: sensible, delicado e incluso simpático él, mejor voz y línea ella pero un poco sosita y -¡ay!- en inglés (¡Tayloooooor....lo comercial!). Ahora bien, el que toca en cualquier idioma, en todos y en ninguno es Stan Getz. Me emociono al escribir esto: no se puede tocar esta música de forma más sensible, más sentida, más desde dentro y (por si fuera poco) mejor fraseada y dicha de lo que él lo hace. Cada vez que entra sonrío pensando lo pobres que son las palabras, tanto en inglés como en brasileño. Lo oigo y le sigo metiéndome en cada nota cada vez -ya lo he oído muchas veces- y admirando su sobriedad y su capacidad para transmitir la melancolía e ingenuidad de esta música. Creedme, no se puede tocar mejor.
Modificado (20-V-2006). Hmmmm escribir en el tren y de memoria tiene su cosa, sobre todo por la memoria: había más de una inexatitud en el primer texto. Corregido. ¡Por cierto!: tengo esta grabación en cd y en vinilo y suena todo al revés, quiero decir que están los canales cambiados. Si alguien lo tiene me encantaría que me confirmara por qué altavoz sale Joao Gilberto y por dónde sale Astrud. Todos los indicios apuntan a que se equivocaron al masterizar el cd. Desde luego siento decir que el vinilo suena bastante mejor, ¿será que no tengo oído?.
Modificado otra vez (20-V-2006). ¡Pesao estoy!, bueno, decidme si van los enlaces. Dejo un y dos regalitos para pincharos y que compréis el disco, en caso contrario yo no cobraré mi comisión...que siguiendo la norma de los grandes hombres de nuestra política encarecerá el precio del disco x 5. Los temas no están enteros, hay que mirar por los derechos de autor. ;-)
Cabezón e insatisfecho, ese soy yo. El motor del tocadiscos Rega tuneado no me acababa de convencer. El sonido oscila un poco. Casi imperceptible, pero un oído adiestrado dentro de una cabeza dura lo nota: pongo un disco de piano o clavecín y cuando viene una nota larga aguda me brotan las maldiciones: "me cagüen... " y todo eso. Después de darle vueltas (lo mismo que hace el tocadiscos) recuerdo una página web en la que ví un proyecto para adaptar el motor de una disquetera de las de antes: Audio Origami . No le hice caso porque dudé de la capacidad y potencia del pequeño motor para mover el plato (una considerable masa), pero al fallarme la otra opción volví sobre ello.
¿Sabéis la pasta que cuesta un motor dc (corriente contínua) con un circuito de control de velocidad para un tocadiscos?, desde luego mucho más de lo que algunos gastan en su equipo de música. Por cierto, esto lo discutiremos en otro momento, pero los hay capaces de comprarse una tele de 3000 euros y una minicadena de 65, o unos altavoces excelentes que acaban en la estantería, que es, como comprar trufas auténticas y echarles ajoaceite de bote para darles sabor. La ventaja de el motor de una floppy es que es un circuito altamente sofisticado de control de velocidad que mueve un motor eléctrico sin escobillas de alta precisión. ¿El precio?, yo me he hecho con dos y me han costado 0 euros una y 3 euros la otra.
He aprovechado la otra mitad del bote de la escobilla y he montado el motor firmemente pero sobre amortiguadores de goma. El aspecto es también sexi (o eso me parece a mí). He utilizado un tirador de puerta de latón cilíndrico al que le he rebajado el perfil (Dremel en ristre) para que el giro me diera las 33,3 revoluciones por minuto. Después de unas cuantas pruebas, y cada vez despegar el tirador de la corona del motor que había pegado con una gotitas de pegamento de contacto, llegué a la velocidad adecuada. Monté la polea, la correa y a funcionar... "cagüennnnnnn..." también fluctúa. Empiezo a mosquearme y mucho. El mosqueo me sirve para descubrir que la correa es demasiado gorda y demasiado larga para moverlo todo con eficiencia (algunos aprovecharán este equívoco para arrimar el ascua a su sardina, nunca mejor dicho, y decir aquello de "mejor pequeña y juguetona", nosotros ni caso y al tocadiscos). Descubro también que el motor del Rega se hubiera comportado seguramente bien (mola, ¿no?).
Centro mi atención en la correa en busca de la forma de hacerla yo mismo, tras probar con hilo dental pero no funcionar bien por ser encerado -así de pijos somos aquí- encuentro la solución: cinta de casette pegada con pegamento de contacto(que es lo que véis en la foto). Aparte de ser una solución barata, la tracción es excelente y es ultra resistente. Además tengo existencias para hacerme correas hasta el año 3245 aproximadamente. Con la correa de cinta de cassete es firme como una roca y no fluctúa, aunque ahora va demasiado rápido porque tengo que rebajar la polea (más Dremel....uffff). ¡Estoy oyendo una orquesta de pitufos!
Modificado 17-V-06: ¡LO CONSEGUÍ!: la orquesta ya no es de pitufos!. Eran 35,3mm de circunferencia para la polea, 318mm para el subplato... si el motor gira a 300rpm para conseguir un giro de 33,3rpm el cálculo es como sigue (para los curiosones): 35,3/318x300=33,301. Dremel otra vez y después ¡Eureka!.
Ahora resulta que he comprado en eBay un motor más potente, mientras llega medito acerca de lo capullín que estoy habiéndolo comprado cuando esto ya funciona de coña. ¿Créeis que podré resistir la tentación de probarlo?. Se admiten apuestas.
Modificado 22-V-06: Pues me ha llegado el motor nuevo e igual hay una amiga que se mete monja porque aunque tiene fuerza y tiene la posibilidad de ser controlado electrónicamente hace demasiado ruido. No es la ThermoMix a la velocidad 5 pero es inadmisible para el uso que se le da. Se podría hacer un pod que aisle sónicamente el puto motorcito (...vale, pod no, perdón: "bote o algo así", como todas las páginas DIY -hazlo tu mismo en inglés- que leo están en este idioma me salen anglicismos. ¿No será que los españoles somos demasiado hidalgos para el DIY?. "El dinero y los cojones están para las ocasiones"). Me gustaría disfrutar del disco, no de "friiiiiiiiiiiiiiiiiii..........".
En fin, me quedo con el motor de disquetera. Su absoluta discreción -tan poco valenciana por otra parte- se me hace imprescindible si se trata de tocar mi música favorita. ¡Igebelar, no te metas monja! Era una apuesta tonta.
Queridos, estoy en un impass justamente cuando más creativo debiera ser. ¿Por qué? porque tengo a FIL ¡en casa!. No, no me he vuelto loco... simplemente no os expliqué que FIL es una "pupa en el culo" periódica. Chicas, imaginad una menstruación que dura un mes y viene cada cuatro... pues algo así. El fenómeno -que me hace recordar la Fortunae Rota medieval- tiene de todas formas una previsibilidad macabra, porque no penséis que nos preparamos los tres meses que tenemos el culo bien para el mes aciago... no, no: en esos meses olvidamos, y aunque a mí me gusta bromear y recordar -quizá como terapia, o más bien porque soy un perfecto cabrón- lo normal es que se corra un tupido velo. O sea que cuando llega no estamos preparados, estamos descansados.
¿Cómo le puede gustar la música a un pueblo al que le gusta -y tanto- el ruido?
Hoy mientras cenaba veía (sufría) las noticias, esta vez de Antena 3 tv. Las noticias eran MUY malas, no la valoración de la noticia en sí, sino también la selección. Inmediatamente he pensado: "hoy no ha pasado casi nada relevante, o ...si no hay noticias del estatut estos tíos están más perdidos que la SGAE ayudando de verdad a los jóvenes creadores...".
... ¿lo cualo? , pues: tocadiscos de alto nivel hecho por uno mismo. Ayer viernes me acometió un furor repentino de trabajos manuales y en tres horas lo tenía acabado (palabra). Aunque si he de ser sincero ya había hecho acopio de materiales: la tabla de pino que acoge el plato y el eje la había comprado la semana pasada, el bote de madera donde va alojado el motor (izquierda en la foto) es -ahora vienen las risas, ya lo sé- uno aprovechado de esos que venden para las escobillas del wc, sí esas que sirven para quitar de la vista los restos de deposiciones imperfectamente realizadas. Sí, lo compré con escobilla, pero no le dí uso en este proyecto. No, no acepto ideas y sugerencias para ella.
Todo lo demás ya lo tenía: me había comprado donde siempre (subastas en red y todo eso) un motor para poner a mi Rega Planar si fallaba y también el eje con el subplato (que es donde va la correa que viene desde el motor), así como el plato mismo, que es tranparente como se ve, sexi ¿no?.