Al fin un regalo al más preciado de mis sentidos
Que no os parezca grandilocuente, desde que tengo el iPod he redescubierto el placer de oír música en esos absurdos tiempos muertos que uno sufre cuando viaja, pero no he estado nada satisfecho ¡NADA! de ninguno de los auriculares que he probado con él.
A fuer de ser sincero los más convincentes hasta la llegada de los de la foto eran los originales de Apple, lo cual demuestra otra vez (y van.....) las razones de la fidelidad de mucha gente a la casa de la manzanita mordida. Pero para mí eran tímbricamente mejorables, sobre todo comparándolos con los fabulosos Sennheiser HD-600 que tengo en casa (una auténtica gloria, oigan). Además estaba el problema de los ruidos externos, aquella enternecedora escena en la que uno va en el bus y oye con nitidez superior -por volumen, claro- como un pollo se taladra el cerebro con ritmos machacones y armonías mongoloides. Puestos a la búsqueda probé otros de Apple que no aportaban nada nuevo, otros de la misma casa de los que se introducen en el pabellón auditivo. Esta solución es la requerida para aislarse, pero el timbre no me gustó tampoco. Después probé dos de Sennheiser, unos de botón con buen sonido, el mejor hasta el momento de los pequeños, claro (los HD-600 están fuera de competición, amén que no puedo ir con ellos en el bus o el tren sin llamar -¿más?- la atención). El problema es que no son aislantes, nada, pruebo otros de la misma marca pero ¡tachán! aquí viene mi problema: mis conductos auditivos... son muy estrechos. No es una anomalía, ni afecta a la audición, pero sí para ciertas cosas: hace ya mucho tiempo que sufro si me entra agua porque tienen una conformación tal que me tarda días en salir, por lo que voy con suma precaución al nadar, no quiero correr el menor riesgo de infección. Hace tiempo también que renuncié al placer de tirarme de cabeza :-( y mi relación con los tapones para nadar es pésima salvo con los de cera, que es mala.... El caso es que los auriculares no me encajaban, era evidente que no estaban hechos para mí.
Nada, estaba resignado a no hallar solución hasta que descubrí la existencia de los Etymotic, los compré por eBay y estoy impresionado. ¡Canelita en rama señores/as!. Concretamente el modelo es éste y en blanco, claro, que son para el iPod.
Algo realmente divertido, pero que es lo que me ha salvado es que parece un kit de ortopedia para el oído: viene con 6 acopladores distintos con lo cual hasta hay uno para mí. Una vez conseguido el ajuste tienes graves super naturales y no oyes casi el exterior. Otra cosa sorprendente es lo que han mejorado con unas horas de rodaje, a veces pienso que soy yo que me he adaptado, pero es bien cierto que hay equipos electrónicos que tienen un periodo de break-in. En fin, después de unas horas he de decir que estoy literalmente encantado. Estos pequeños artilugios proporcionan horas de placer auditivo... je, je... ¡qué contrabajos!.