Blogia

Sentidos (¿5?) o ¿Será mejor callar?

Más preguntitas, je, je...

Más preguntitas, je, je...

¿Por qué GIULINI no ha interpretado (al menos no grabado, aunque dirigido estoy bastante seguro que tampoco) "Le Sacre..."?.... ¿eh?, ¿eh?. (Yo sigo... ya véis).

 

Parece que estoy en muuuuy buena compañía. 

 

 

Preguntas, preguntas.... Entre dos mares

Preguntas, preguntas.... Entre dos mares

¿Por qué le suena mejor -y bastante mejor por cierto- El Mar a Stokowsky, un supuesto farsante y director "de peli" que al intocable Boulez, pope musical, abanderado de la vanguardia musical y "Punto de referencia"?.

Al fin un regalo al más preciado de mis sentidos

Al fin un regalo al más preciado de mis sentidos

Que no os parezca grandilocuente, desde que tengo el iPod he redescubierto el placer de oír música en esos absurdos tiempos muertos que uno sufre cuando viaja, pero no he estado nada satisfecho ¡NADA! de ninguno de los auriculares que he probado con él.

A fuer de ser sincero los más convincentes hasta la llegada de los de la foto eran los originales de Apple, lo cual demuestra otra vez (y van.....) las razones de la fidelidad de mucha gente a la casa de la manzanita mordida. Pero para mí eran tímbricamente mejorables, sobre todo comparándolos con los fabulosos Sennheiser HD-600 que tengo en casa (una auténtica gloria, oigan). Además estaba el problema de los ruidos externos, aquella enternecedora escena en la que uno va en el bus y oye con nitidez superior -por volumen, claro- como un pollo se taladra el cerebro con ritmos machacones y armonías mongoloides. Puestos a la búsqueda probé otros de Apple que no aportaban nada nuevo, otros de la misma casa de los que se introducen en el pabellón auditivo. Esta solución es la requerida para aislarse, pero el timbre no me gustó tampoco. Después probé dos de Sennheiser, unos de botón con buen sonido, el mejor hasta el momento de los pequeños, claro (los HD-600 están fuera de competición, amén que no puedo ir con ellos en el bus o el tren sin llamar -¿más?- la atención). El problema es que no son aislantes, nada, pruebo otros de la misma marca pero ¡tachán! aquí viene mi problema: mis conductos auditivos... son muy estrechos. No es una anomalía, ni afecta a la audición, pero sí para ciertas cosas: hace ya mucho tiempo que sufro si me entra agua porque tienen una conformación tal que me tarda días en salir, por lo que voy con suma precaución al nadar, no quiero correr el menor riesgo de infección. Hace tiempo también que renuncié al placer de tirarme de cabeza :-( y mi relación con los tapones para nadar es pésima salvo con los de cera, que es mala.... El caso es que los auriculares no me encajaban, era evidente que no estaban hechos para mí.

Nada, estaba resignado a no hallar solución hasta que descubrí la existencia de los Etymotic, los compré por eBay y estoy impresionado. ¡Canelita en rama señores/as!. Concretamente el modelo es éste y en blanco, claro, que son para el iPod.

Algo realmente divertido, pero que es lo que me ha salvado es que parece un kit de ortopedia para el oído: viene con 6 acopladores distintos con lo cual hasta hay uno para mí. Una vez conseguido el ajuste tienes graves super naturales y no oyes casi el exterior. Otra cosa sorprendente es lo que han mejorado con unas horas de rodaje, a veces pienso que soy yo que me he adaptado, pero es bien cierto que hay equipos electrónicos que tienen un periodo de break-in. En fin, después de unas horas he de decir que estoy literalmente encantado. Estos pequeños artilugios proporcionan horas de placer auditivo... je, je... ¡qué contrabajos!.

Más (íntimo y discutible) a propósito de "Le Sacre..."

Más (íntimo y discutible) a propósito de "Le Sacre..."

Realmente esta especie de reflexión en voz alta me está ayudando a objetivar mis impresiones, muy subjetivas pero por ello sinceras en lo concerniente a esta obra mítica. Perdonadme por esta "vomitera" en plan terapia artística. Primero he de aclarar que cuando en el futuro la interprete, cosa que aún no ha sucedido, me entregaré con fervor, unción, entusiasmo y respeto. Mis objeciones no disminuyen un ápice mi convencimiento de que se trata de una obra capital, aunque ahí están las primeras: seguramente no tanto como dicen. Hay más de uno (y de dos) que sostienen que el "pateo" monumental que mereció la obra era realmente destinado al "Pelleas" de Debussy. Las transformaciones profundas del lenguaje musical parecen más evidentes en la obra del ruso que en la del francés, y es que la rudeza y la elementalidad del discurso hacen su provocación absolutamente descarnada. Sin embargo estoy convencido que Debussy llegó más lejos. La revolución de "Le Sacre" es más una revolución de impostura que de lenguaje, de hecho los temas utilizados -y ahí estriba buena parte de su éxito- son directos y casi infantiles, muy cortos, de cuatro notas por ejemplo. Su naturaleza permite un tratamiento rítmico en constante mutación y su claridad una rica superposición de texturas. Todo esto está muy bien, pero realmente lo que más me molesta seguramente es el "pretexto argumental", la obra realmente podría hablar de muchas cosas y cada uno es libre de arrimar el ascua a su sardina(1), pero tiene MUCHO de calculado. La asimetría espasmódica y la mutación rítmica permanentes están deliberadamente y científicamente diseñadas, vamos, poco que ver con la primavera en sí. Su barbarismo es más epatante e impresionante que evocador (salvo en los primeros compases de la obra). Compárese con la Suite Escita de Prokofiev, por ejemplo, obra que me seduce especialmente, y que comparte con ésta elementalidad y violencia para entender lo que digo. La forma que tiene "Le Sacre" de acumular la tensión no me evade de la sensación (que él mismo no contradice titulando "CUADROS de la Rusia pagana") de sucesión de momentos cinematográficos yuxtapuestos...

Por si alguien sospecha que tengo animadversión hacia Igor me encantan por ejemplo Petrouchka o la Sinfonía de los Salmos.... nada de eso pues.

(1) En un famoso documental Lenny, dirigiendo una orquesta de jóvenes los cautivaba y embaucaba diciendo que la obra era "puro sexo". Aquellos lo miraban desde el atril con ojos de pez arrobado ante el gusano de un anzuelo. El director americano iba cocido a bourbon y hablaba en el ensayo de lo que más le apetecía a él ante tanto culito tierno.

Parir

¿POR QUÉ demonios las mujeres de nuestra sociedad paren en una posición que es más cómoda para el galeno que les atiende y no para ellas?

+ "¿por qués?

¿Por qué dicen que a los valencianos NOS gusta la música cuando realmente lo que LES gusta es el ruido?

 ¿...y por qué de este baile de pronombres?

+ "¿por qués?

¿Por qué no me emociona -pero nada de nada- "La Consagración de la Primavera"?

Los "¿por qués?"

¿Por qué hay dos clases de víctimas?, ¿eh?...

Nueva serie: Los "¿por qués?"

Me pregunto un montón de cosas , así que iniciaré una serie nueva. También lo hago por ver si soy capaz de una puñetera vez de escribir menos de cuatro líneas...

Después de empezar la serie igual ya no me vienen "¿por qués"....

A pesar de todo allá voy con el primero:

 

¿Por qué al entrar una pareja de gente mayor en un medio de transporte como el tren (sobre todo si van algo cargados) INDEFECTIBLEMENTE él le dice a ella o ella a él: "¡venga...tira pa'llá!"?

Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas (X).

Visita de FIL.

Este fin de semana hemos estado conviviendo con mi querido FIL como preludio a la convivencia de un mes entero que nos espera para el siguiente. La llegada ya fue gloriosa. A FIL hace tiempo que intentamos convencerle de que no es bueno viajar en el coche con las piernas cruzadas, pero nuestros esfuerzos en este campo (como en otros) han sido y son absolutamente estériles. Ante la frase "¡papá... no cruces las piernas que no es bueno!" él emite un sonido entre el "no", el "ne", el "si" y el "nhhh", y no me refiero a la mixtura de esos cuatro elementos en el significado sino en la fonética.
En lo que atañe al significado el resultado es una mezcla entre "si", "no", "déjame en paz" y "di lo que quieras que yo haré lo que me salga de las pelotas".
Lo bien cierto es que después de 20 minutos de viaje FIL salió del coche y caminó hacia la casa andando como si se hubiera bebido una garrafa de moscatel.
Sin embargo la voz sonaba sobria: "¡Que me caigo, que me caigo!". Pensé: "¡Coño!, está cada vez peor"... pero luego me acordé de la manía de cruzar las piernas (FIL dice que él no tiene manías, lo cual es seguramente la más enervante de ellas) y súbitamente me entró la risa. Llegó como pudo más mal que bien y con nuestra ayuda a sentarse en un sofá.

FIL tiene fijación con dos partes de su anatomía. La frase que estampa en el aire cada vez que se levanta es "La cabeza y las piernas". Aquí la fonética está clara, la semántica es: "tengo leves mareos cuando me levanto" y "¡cómo cuesta ponerse en pié!". Son construcciones muy complejas no voy a decir para la mente de FIL, aunque me entran ganas, sino para sus ganas de hilar frases completas de puro holgazán. La otra frase que se repite aunque menos veces cuando se incorpora del sofá o sillón es: "cuando me levanto me caigo..." cosa que, claro, nunca ocurre de verdad. La proporción entre estas dos frases (lo tengo científicamente estudiado) es de un 72,3% para la primera y un 27,7% para la segunda. El alcance de este estudio dará una idea de las veces que se incorpora a lo largo de un día.

Estas llamadas de atención, al estilo de las que hace un niño para captar el interés de cada ser circundante se basan en la únicas dolencias que FIL tiene a sus ya 80 años. Pero como estar bien supondría que parece que no se atiende al sujeto resulta que a nosotros nos duele la cabeza y nos tiemblan las piernas cada vez que pasa de semi-tumbado (no sabe sentarse) a erguido. ¡Ya hemos oído esa música unas cuantas veces en esa sesión!. Hemos de recurrir al humor para sobrellevarlo y al "cuando me levanto me caigo" respondemos algo así como: "¡vaya!, pues sí te has levantado rápido del suelo". Suena otra vez en su garganta esa mezcla entre "siii...", "gneee...", "phhh" y otras.

No sé, he llegado a sospechar que esa indeterminación al pronunciarse tiene algo de artístico. Pero como como arte tiene ribetes de artificio, artesanía y otros vocablos que encierran detrás de sí ciertas porciones de "trabajo", creo que voy a apearle la condición. En la coherencia del personaje -que la tiene- cualquier cosa que recuerde a trabajo o elaboración no cuadra.

GRANDES Y AUTÉNTICOS III

GRANDES Y AUTÉNTICOS III

Carlo Maria Giulini debe ser el director que seguramente más respeto personal despertaba. Leí un día que para algunos músicos que tocaban con él era el único caso de director bueno (bondadoso) que conocían. Era ya un tópico en el mundillo su elegancia, entendida no en lo superficial sino en lo humano. Lo que se entiende como "todo un caballero" pero no en la rancia acepción del término. Giulini cesó en buena medida en su actividad cuando su esposa -que siempre le acompañó- se vio postrada por razones de salud. Voy a resistir la tentación de establecer comparaciones con algún otro ahora muy famoso...

Giulini nació dentro de la orquesta, tocando la viola trabajó bajo grandes maestros de mediados de siglo conociendo a Klemperer, Walter y muchos otros. Aunque su repertorio no fué muy numeroso si era muy variado. Su discografía abarca de Mozart a Stravinsky, incluso Falla. Hay alguna aportación de música anterior a Mozart que para mi gusto es -esta vez sí- rancia y prescindible. La verdad es que hay música que no se conforma con el hecho de que uno sea bondadoso, expresivo y noble, requiriendo algo más que nuestro director no daba o por falta de adecuación estilística o personal con el lenguaje en cuestión. Ahora, donde Guilini brillaba con luz propia, es decir, en el gran repertorio del siglo XIX era magnífico. Sus versiones amplias, de tempos solemnes y lentos, su calor y efusividad y sin duda el sentimiento noble y positivo que despertaba en sus músicos hacían de sus interpretaciones acontecimientos.
Este señor hacía sonar la cuerda como nadie, sobre todo la cuerda aguda, con un gran sentido del "cantabile" y tersura. A mí personalmente me bastan a veces unos pocos compases para detectar que es él al oír una versión que no conozco.
Ese lirismo y tersura no debe hacernos olvidar las tremendas tensiones que era capaz de poner en pie el dircctor italiano a pesar de expresarse con un gesto un tanto tosco y desde luego no muy atractivo. De cualquier forma, y para los tiempos que corren en los que solo lo externo y lo visual cuentan me resulta más atractivo ese gesto grande y doliente, poco refinado del maestro italiano, aunque sea por llevar la contraria.

Recomendaría su Brahms (el último con la Filarmónica de Viena), Dvorak (me gusta mucho el ciclo para EMI y las 8ª y 9ª para D.G. con la Sinf. de Chicago... imponentes), Bruckner (maravilloso, muy solemne y pausado*, y con gran tensión interior), maravilloso su Mahler (la 9ª y también una noble primera) y muy bueno su Schubert (las últimas, que le van mejor por carácter). También buen operista, pero dejó de dirigir por no sufrir producciones con pocos ensayos y caprichos y "locadas" de directores de escena.

En la página esta de tubos o videos hay varios (no muchos).

http://www.youtube.com/watch?v=xxYbF-Yzdf0

Aquí lo vemos acompañando al inevitable Carapovich el concierto de cello de Dvorak, donde borda la introducción, no he seguido porque corté antes de que entrase el "otro".

* Hablando de "otros": cuando Celibiheadache daba esas charlas-magistrales-encumbramientos-personales con las que alimentaba su ego al final de sus días tuve la ocasión de estar en una de ellas aquí en la capital mundial de la música. Mi curiosidad no tenía límites y no se vió defraudada, pero no me extenderé ahora, algún día lo haré sin duda... solo diré que se permitió criticar a Giulini. Pero a la hora de definir y concretar qué aspectos eran criticables hizo como la vieja que tira la piedra y esconde la mano. Para mi pasmo de repente espetó que era difícil y delicado hablar de ello en ese momento porque no se entendería y que ya sería tiempo para hablar más adelante. Creo que este señor, al cual no le niego la etiqueta de gran músico, aunque no de forma incondicional como hacen sus apóstoloes (ni mucho menos... vaya) era también un provocador y un perfecto payaso. Y payaso aquí está empleado en su más noble significado... todos pasamos un rato muy entretenido con las ocurrencias del rumano.

Bueno, dejémoslo estar y escuchemos con atención al italiano.

El loco de .... el micrófono (¿?)

El loco de .... el micrófono (¿?)

Sólo veo la caja tonta algunas noches, bueno, verla no sé si es la expresión más afortunada en mi caso. Diría que la tele y yo convivimos en el mismo espacio pero hacemos cosas distintas: ella cree que la atiendo, pero lo bien cierto es que lo único que hace es llenar los escasos momentos muertos que se producen en los baches de actividad que experimento cuando -como es habitual- estoy haciendo dos o más cosas a la vez.

Un miércoles uno de esos baches se produjo cuando mi chica zapeaba y cayó en nuestra casa un tipo con pelo rizado, ya entradito en años disimulados con cierto aire de modernidad a pesar de cierta estética dandy (pañuelito al cuello), voz queda y sinuosa entrevistando a alguien supuestamente importante aunque (eso sí) famoso.

He de reconocer que lo primero que me llamó la atención fué el micrófono (exactamente el de la foto). Realmente es lo único que me atrajo -¡soy malvado!- y toda la reflexión posterior ha venido a colación del micro. Ese maravilloso artefacto es un Neumann M147 tube y me sorprendió verlo en la retransmisión de una entrevista. Normalmente el M147 es un micro de estudio diseñado para grabar voz solista en estudio pero no para directo. Es enormemente sensible y me extraña que no capte los sonidos del público que se halla en la sala donde se produce la entrevista. Realmente si vamos a Neumann el micro ideal para esta aplicación (que dirían los ingleses) es el BCM 104 o BCM 705, su hermano, ambos son según la página del fabricante "broadcast microphones". Pero es que (y ahí viene lo bueno) al M147 ¡¡¡lo han pintado como de purpurina!!!... si os fijáis en las fotos del original es de color niquelado y el que tiene este Quintero enfrente parace que lo han rebozado en oro.

Pues nada, ver el micro (que vale un huevo y parte del otro) falseado, ver un cierto velo en la imagen al estilo las entrevistas de Sara Montiel y oír una carcajada un tanto falsa del entrevistador hizo que se me disparasen todas las alarmas "anti-autenticidad" y que pasase a copar mi atención en un 90%.

Después de los minutos que decidí otorgarle tengo una sensación muy incómoda: por una parte me gusta el sosiego y la tranquilidad en el tono y el respeto con el que plantea la entrevista; por otra parte no puedo sustraerme a la sensación de percibir un tufo de falsedad y artificio sin el cual igual este programa no vendería y caería de la parrilla, no sé...

¿Me estaré volviendo duro y exigente?

GRANDES Y AUTÉNTICOS (II)

GRANDES Y AUTÉNTICOS (II)

Carlos Kleiber era seguramente el más enigmático, imitado (o con más tentativas de serlo) y singular de los grandes directores. Realmente iba a decir "...del pasado", pero lo bien cierto es que Kleiber hijo -ya hablaremos del padre, otro grande aunténtico- es más joven que los grandes figurones de la 2ª mitad del s. XX, es una generación posterior a los Karajan, Bernstein, Guilini y similares. Por ende su forma de hacer y su personalidad lo sitúan en un lugar especial del olimpo de los batuteros.
Nuestro hombre era seguramente el más querido de los grandes públicos, quien quiera ver lo que es triunfar ¡ANTES! de empezar que vea el principio del vídeo que tiene con la Filarmónica de Viena en el que dirige la 36 de Mozart y la 2ª de Brahms... nada más salir la ovación es apoteósica, se gira para empezar y siguen aplaudiendo obligándole a girarse de nuevo hacia el respetable. Un respingo entre timidez y felicidad se aprecia en su expresión al saludar por segunda vez.
Al hilo de esta anécdota hay que precisar que Kleiber se prodigaba poco, y seguramente esta aparición en Viena se producía después de una de aquellas típicas épocas de silencio en las que no dirigía. Se dice que cuando abría el refrigerador y no había comida llamaba al representante. No hace falta decir que los grandes centros musicales se lo disputaban.
Otra cosa que se cuenta al mostrar su reticencia a dirigir si no se hallaba "necesitado" son sus excusas casi infantiles declinando las invitaciones. Al director de la ópera de Munich le dijo que no podría dirigir esa temporada "Rosenkavalier" (era una reposición que ya había dirigido) porque su hija se examinaba para el carnet de conducir y tenía que estar moralmente con ella, apoyándola. Desconozco el grado de verosimilitud en el detalle de la anécdota, pero quien me la contó es fuente fiable y además cuadra perfectamente con la personalidad de nuestro personaje.
Se cuentan sus cancelaciones como tan numerosas como sus conciertos. No ha faltado quien ha criticado esto como holgazanería o falta de amor por la música. Su falta de ambición -en lo económico, no en lo artístico- contrasta sin embargo con alguna figura de estas que vienen ahora a dirigir el teatro de ópera más importante y chulo del mundo, situado como sabéis en la tierra de la música y todo eso...

También su irregularidad -muchas veces se han dado episodios de histeria seguidos de cancelaciones- y el hecho de que comenzase a dirigir justamente el mismo repertorio en el que brillaba su padre han hecho que algunos no lo quieran considerar dentro del ámbito de los grandes. El primer reproche es incontestable, al igual que lo limitado de su repertorio. Respecto a lo segundo creo que Carlos demostró una personalidad propia y única. Siempre me llamó la atención en cualquier artista cómo gestiona en trato con su "materia" el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Kleiber es para mí el paradigma de ese equilibrio. Sus versiones son tersas y elegantes, pero tienen a la vez una tensión que es muchas veces diabólica.
¿Qué decir del gesto?, siendo éste el aspecto superficial del oficio y siendo el de Kleiber muy vistoso (mucho, la verdad) no es de extrañar que sea lo único del arte de nuestro hombre que genera comentarios por parte de los descerebrados, que abundan en el mundo de la música, tanto de la parte del público come de la "otra". Lo bien cierto es que sus movimientos obedecen a una plasmación de su concepción sonora, plena de asociaciones visuales y de intuiciones detrás de las cuales no sé si hay mucho de filosófico o de elaborado (no lo conocí personalmente y el interior de la "cocina" de un intérprete es cosa suya, su secreto). Es por ello que aquellos pertenecientes a otras culturas interpretativas criticaban a Kleiber primero seguramente por envidia y segundo por no hacer como ... ellos. Un seguidor de Celibiheadache me preguntó un día: ¿pero qué le ven?. Me callé y no le contesté, creo que la pregunta no estaba bien formulada: habríamos de preguntar realmente "¿de dónde saca él sus visiones?" porque ahí estaba el éxito de este director austro-argentino (Carlos se crió en Buenos Aires y después pasó a Europa, por cierto hablaba castellano a la perfección).

Visiones o intuiciones aparte he de confesar que me he encontrado otra vez con su Beethoven y su RIGOR me ha llenado de nuevo de estupor y me ha emocionado profundamente (en serio). Os lo ruego, ved este vídeo y entero por favor. Solo puedo sumarme al comentario de uno de los que lo han visto, el de la múltiple afirmación. http://www.youtube.com/watch?v=5hzsPkQ9l2s
No sé qué mas se puede decir, francamente, ahora recuerdo el vídeo de su 4ª y 7ª de Beethoven con la Concergebouw y he de reconocer que para mí es primera opción ABSOLUTA, ¡lástima que no hiciese las 9 sinfonías!. Cada uno desarrolla sus manías, claro: mientras que el Beethoven de algunos para mí los condena a la mediocridad por mirarse el ombligo (que además es un ombligo feo en los dos casos) y no servir a la verdad (esto ya se dijo ), el de Kleiber lo incluye en el club de los grandes.

Recomendaciones: Tristán (un poco loco pero genial), Der Rosekavalier (un poco loco pero genial), La Traviata (un poco loca pero genial, y con Domingo resfriado, ¡lástima!. Los que se compren ópera por oír al tenor -que los hay... je, je- que pasen, a los que les guste la música: adelante), circula por ahí una Carmen un poco loca pero genial también. El cazador furtivo de Weber tiene en sus manos la primera interpretación y amén, quiero decir que no hay discusión posible.
En lo sinfónico me gusta su Brahms pero no me mata, justamente por ser un poco loco. Beethoven a lo dicho y Schubert excelente. Mozart terso, pero para mi gusto no del todo refinado. Hay una grabación para EMI en la que acompaña a S. Richter el raro concierto de piano de Dvorak que es antológica, por cierto Richter decía que era el más grande... viniendo de él uno puede creerlo, vaya. De cualquier forma caiga lo que caiga en vuestras manos disfrutaréis, seguro.

p.d. No soy extensivo en las listas. Mis tímidos (??) y emboscados lectores -por cierto.. sé quienes sois y dónde vivís, así que mostráos ninfas y ninfos- me podrían ayudar aportando en cada director grabaciones que yo me he dejado.....por ejemplo.

http://www.thrsw.com/index.html (Fan site of Erich & Carlos Kleiber... muy austero)

Otra preguntita: ¿sabéis cuánto tiempo se mantienen los vídeos de tutubo?. Es por saberlo, ya que ahora me viene de perlas documentalmente hablando su existencia. Por cierto, tenéis más vídeos de nuestro Kleiber en esa página...

GRANDES Y AUTÉNTICOS (I)

GRANDES Y AUTÉNTICOS (I)

Inicio una serie que me apetecía hace tiempo pero la falta de esto último no me permitía acometer.

Empiezo por el señor que más me ha impresionado nunca en vivo. En la Valencia de los 80 solo se disfrutaba del Teatro Principal como sala de conciertos. Valencia estaba aún a dos décadas de convertirse el referente mundial absoluto en música que es ahora mismo para envidia de Viena y Londres entre otros, y la acústica seca y bronca (para conciertos) del teatro era el único espacio acústico que tenía la ciudad para acoger a la Orquesta Filarmónica de Leningrado, orquesta que era dirigida por el señor ese de la foto. Todos nos olvidamos al instante de la desagradable acústica.

Siempre que he visto dirigir a Mravinsky después (en vídeo, claro) me ha dejado perplejo, por no decir literalmente atónito, esa combinación entre autoridad militar-doctoral y timidez. Esto último igual sorprende a alguien, pero sostengo que este señor era un gran tímido, el típico sensible con una vida interior ultra rica que se ve en la cresta de la ola.
También me ha impresionado la combinación entre lo delicado y lo agresivo-incisivo que encontramos en general en sus versiones. Es adusto pero expresivo, delicado e implacable... y podría seguir con calificativos supuestamente opuestos, pero que en él se armonizan de forma admirable e increíble. No se me ocurre la forma de resumir su personalidad artística. Quizá "precisión e intensidad" encajaría bastante, aunque si lo veis dirigir en vídeos os maravillará porque es fácil preguntarse cómo lo conseguía con un gesto tan pequeño y sobrio. Es evidente que este hombre dirigía hacia adelante, hacia sus músicos, no hacia la sala para lucirse (vamos, al revés que la mayoría de los que conozco). Sobre todo es evidente que dirigía con la mirada, y ¡qué mirada!.
Se cuenta en este vídeo que una vez canceló un concierto con la 8ª de Bruckner porque el ensayo fué tan intenso que creyó que no podría "volver a tocar el cielo...". Este documento que poseo y veo de vez en cuando es todo él un tributo a un hombre extraordinario entre otras cosas por su autenticidad y honestidad, como demuestra la anécdota referida.

El concierto al que hacía mención al principio tenía en la segunda parte la 5ª de Shostakovich. Nunca se borrarán de mi memoria (visual y musical) las impresiones que viví en esa interpretación. Creo que realmente no tengo palabras para describir aquello pero no puedo dejaros así, claro, sois seres de palabras y un blog sin palabras no es nada ;-) . De verdad, no sé cómo explicarlo: era todo enorme en el sentido positivo del término, era de una intensidad casi inhumana. Aquel anciano de casi 1.90 estaba sentado en un taburete, pero realmente era una figura imponente, mítica. Cualquier gesto o "alzada" de ceja tenía un reflejo contundente, inmediato, en una orquesta que él mismo forjó y que hacía que dejásemos de admirar hazañas individuales de solistas que al final no son más que monitos de cafe-teatro. Era normal que admirasemos un auténtico monumento al trabajo en equipo de músicos individualmente excepcionales, pero casi anónimos que era la orquesta Filarmónica de Leningrado, la orquesta de Mravinsky.
Dos detalles: cuidado con los metales (¡esas trompetas!), si no conocéis lo que viene y estáis con auriculares o con el volumen en la zona caliente os podéis llevar un susto de alivio. ¿Y la cuerda?, no hay paliativos: la mejor del mundo.

Ahora viene la sección de recomendaciones, seré escueto: evitad Mozart, no es lo que tiene que ser, le sobra virtuosismo y le falta refinamiento; oíd cualquier ruso sin dudas -claro- ya que seguro que estáis ante una referencia; muy bueno su Sibelius -si os aconstumbráis a que los metales solistas hagan vibrato- y su Bruckner, aunque parezca increíble; su Beethoven no lo conozco, pero casi prefiero no hacerlo.
En Tchaikovsky no hay nadie que se le acerque (en serio), DG tiene las tres últimas sinfonías en una grabación de 1960; y hay que tener su 8ª de Shostakovich (grabación para Phillips).

Espero que os haga disfrutar como a mí.

p.d. Me doy una vuelta por tutubo y me encuentro esto:

http://www.youtube.com/watch?v=VQhzfTwwMlU
ya muy mayor pero en su salsa. No conocía este vídeo. Me encanta sobre todo a partir de 4:15 aprox...

http://www.youtube.com/watch?v=Hcy4IM65KUc aquí sigue el 1er movimiento y... en ese momento no se le ve de cerca pero ¡vaya clímax!, creo que no se necesita más para darse cuenta de qué va la cosa, pero yo seguiría...

Impresionante titular de un diario de nuestro cultural país, regado en su espíritu con OT, radio fórmulas y otros.

Impresionante titular de un diario de nuestro cultural país, regado en su espíritu con OT, radio fórmulas y otros.

Así nos va.... así nos irá.

Seguro que la mayoría vísteis la gala de Eurovisión.... je je

"Me gustas cuando callas..." ¡Qué frase más buena, Mein Gott! 

¿Que no pare la música?

¿Que no pare la música?

Me arrepiento de la frase con la que concluye mi anterior artículo, lo reconozco. Después de escribirlo he tenido alguna experiencia que si no nueva, sí me resultó irónicamente inoportuna: a las pocas horas de describir aquí mi nuevo sistema para acceder a mi colección de grabaciones nos encontrábamos comiendo en un restaurante de una ciudad de Castilla-La Mancha. La comida excelente, justo reconocerlo, pero aderezada con sonidos procedentes de los altavoces que todo restaurante que se precie tiene para hacer parecer peor las viandas a sus clientes..."Porque es NavidaaaaaAAAAaaad.......", gimoteaba la voz de Raphael a través de los parlantes.
"¡Manda huevos..!" es lo primero que me vino a la cabeza mientras mi chica musitó mirando hacia arriba: "¡que horror!". Uno de los transductores estaba justo encima de nuestras cabezas. La verdad es que la música se pone en los locales para preservar cierta intimidad entre mesas, al menos así lo he pensado siempre, pero lo que es bien cierto es que a partir del momento de la toma de consciencia de la contaminación acústica la cerveza del aperitivo sabe peor: no hay derecho.

Intentamos con escaso éxito abstraernos de los vómitos del sistema de audio mientras damos cuenta del primer plato y, como calculado, cuando llega el entrecot cambia el disco y aparece otro individuo que creo que llaman Bisbal cantando también abortos navideños arreglados a la americana. El entontecimiento espiritual que se respiraba en el restaurante hizo que me acordara de gente joven que tengo cerca -y por tanto conozco bien- y que son carne de OT, GH entre otras cosas, casos que me están haciendo elaborar una teoría que relaciona directamente lo que se oye con la calidad y profundidad (o falta de ellas) de pensamiento de estos adolescentes víctimas de nuestro espléndido sistema de esterilización mental y espiritual.

En un momento de rapto entre la chulería, la valentía y el humor que me provocan siempre estas situaciones llamé al camarero y le dije en voz lo bastante alta para que me oyesen las mesas circundantes: "esta porquería -señalando arriba- ¿te gusta a tí o a tu jefe?...". Después de un instante de sorpresa y duda el camarero, con un gesto simpático inclinó sin dejar de mirarme la cabeza rápida y levemente hacia donde estaba la barra, y supuestamente su jefe. Mi chica lanzaba a la vez una patada suave pero infructuosa por debajo de la mesa. Los dos gestos rapidísimos y combinados me produjeron ganas de reir: "déjalo, mira si es posible que la bajéis un poquito, por favor..." le dije. Al cabo de varios segundos me dí cuenta de que lamentablemente mi petición había sido aceptada de forma literal: el volumen bajó...un poquito. Al llegar al momento del café volvía Raphael de nuevo: el ciclo infernal otra vez, ¡macabro!.

Después de comer fuimos a comprar unos regalos a una gran superficie. El regalo que nos encontramos servido por la megafonía era una grabación de villancicos interpretados por niños que vociteraban como auténticos hijos de puta unos arreglos que parecían hechos por el que los engendró aquella noche tras pagar por un polvo altamente insatisfactorio. "Ande, ande, andeeeeeee.... la marimoreenaaaa". ¡Esos sonidos! y las caras de ferocidad tras los objetos de consumo que la mayoría de ciudadanos mostraban combinados ofrecían un cuadro ciertamente apocalíptico.
Confieso que en esas circunstancias me entran unas ganas locas de reír....¡locas! y me vuelvo un poco gamberro. Creo que me lo he de hacer mirar.

Modificado (17-I-07). No puedo evitar la cita de otra anécdota acaecida en un tren de cercanías de la capital del reino, y protagonizada por un buen amigo a quien yo acompañaba: sonaba una música que a pesar de ser de la mal llamada clásica -tontas y poco certeras etiquetas- nos molestaba por su volumen que juzgábamos excesivo. Mi amigo, persona de excelente formación y cultura (sí, también en lo musical),y más asertiva que yo en estos trances se dirigió al revisor con una educación exquisita requiriéndole para que hiciese el favor de bajar el volumen de la música. El revisor adujo que el sistema no tenía más que dos opciones: encendido y apagado, respuesta que hizo que mi amigo perdiese un poquito de su compostura replicando en un tono algo más imperativo que en ese caso le agradeceríamos que lo pusiese en... la otra posición. "¡Lo que pasa es que a Vdes. no les gusta la música!".

¡Vivir para oír!

¡Bendito silencio!

"Me gustas cuando callas porque estás como ausente..." (el mejor uso para esta frase, y perdón D. Pablo)

Cada vez me gustan más las películas que no tienen banda sonora, sólo el ruido de la vida, el ambiente, etc.

Sí, sí.. ya paro.....

Música digital

Hola querid@s!


Bueno, un poco recuperado de agobios y trabajos en un trimestre trepidante (pero he de reconocerlo: maravilloso) vuelvo a casa y recupero un viejo proyecto: ubicar mi discoteca y de paso -como hacen los grandes espíritus a los que todos pretendemos emular- tomar ventaja de la dificultad convirtiéndola en circunstancia de mejora.

Se trata de mi discoteca digital (vinilos aparte): el abandonar nuestra casa para la construcción del nuevo proyecto e irse a vivir transitoriamente a otra me ha obligado a buscar una ubicación para los cds que no caben donde estoy ahora. Realmente me los he llevado a otro sitio, pero yo quiero vivir con mi música, por lo que pensé en embutirlo todo en un disco duro. Como no me gusta la compresión de audio -sí, sí... sibarita, perfeccionista y otras etiquetas que me querráis poner- opté por utilizar Max (soft que es para Mac lo que exact audio copy es para Windows) y poco a poco ir construyendo toda la discoteca como gran lista de reproducción en un disco duro externo.

El tamaño importa, pero también el precio, teniendo en cuanta que algunos de los discos son de escaso o nulo interés para mí, después de los descartes me he quedado en unos 400 discos, pero entendido no como cds individuales, sino álbumes, de hecho son más. Por ejemplo: las sinfonías de Beethoven ocupan una ficha, pero son 5 cds, es decir hay bastantes mas de 400 cds en el disco duro. Volviendo al tamaño opté por un disco duro de 400gb como solucción de compromiso tamaño-precio y está a un 84% de su capacidad, quedando todavía algunos álbumes por incluir.

He montado el disco en una caja externa firewire-usb2 que tenía que ser silenciosa (claro) y utilizo un viejo Powerbook g3 con el interfaz de audio EMI 2/6 de Emagic y usando iTunes como el soft para gestionar las listas de repoducción y hacer sonar la música.

Las impresiones son esperanzadoras aunque ahora no disfruto de mi equipo aún (snif!!!!!!!!!!!!), pero creo que va a sonar muuuuy bien. Una de las cosas más caras de los reproductores de cd de alta gama son los mecanismos lectores, han de ser de una tremenda precisión. Yo no necesito tal cosa: gracias  a Max y a no leer en tiempo real tengo garantía de que los datos digitales son fieles al original, por tanto a ese nivel estoy en el top. Pero... ¿imagináis el placer de con un par de clicks acceder a la totalidad de tu discoteca?. Además instalo un servidor VNC en el powerbook viejo y ya tengo mando a distancia....

Ahora vienen mis preguntas si alguien tiene un mac viejo -mucho pedir, ya sé- y conoce el tema: ¿hay alguna forma de convencer a este puerco de que no interrumpa una décima de segundo las pistas que han de sonar seguidas?, ¿hay algo mejor que iTunes para este cometido?.

Y la guinda es: me compré un iPod de segunda mano con 40gb de disco duro.... adivinad qué contienen el aparatito...una pista: disco duro de 400gb e iPod de 40gb.

Maravilloso algoritmo de compresión el aac, mejor que el ya pasado mp3 con bastante diferencia, os lo aseguro...

¡Que no pare la música!

¿País de altos vuelos o país tercermundista?

Tarde del 10 de diciembre, aeropuerto de Valencia, vuelo Valencia-Madrid. Me dirijo hacia la pantalla donde aún no se lee "boarding-embarque". Arrastro lentamente la pequeña maleta que tanto me gusta (tiene el tamaño perfecto para equipaje de mano) hacia la zona de embarque, faltan todavía 20 minutos. Creo que soy feliz (como siempre). Al llegar saco mi iPod y busco en la lista de reproducción...."Hary Janos"...mmm ¡maravilloso, colorista y alegre!...play...y me dejo arrastar por el río de Kodaly.

La suite avanza y cuando casi llega a su fin son las 19.47 y en la pantalla de la terminal no hay novedad aunque el embarque estaba previsto hacía 7 minutos. "Ya está bien de música"... guardo el iPod y me dispongo a observar impaciencias. Seguimos mirando la pantalla que parece congelada. Pasan a mi lado dos trabajadoras del personal de tierra. La que parece superior cargo le dice a la otra una frase a la cual mi consciente no da importancia, pero que mi puñetero subconsciente -como siempre- se encarga de archivar.

El embarque se produce casi con 30 minutos de retraso y hay pasajeros ya visiblemente preucupados y cabreados: todo apunta a que en la funesta T4 perderán su enlace. Ya con los cinturones puestos oímos de la voz del piloto unas pueriles y poco convincentes explicaciones concernientes a problemas ocasionados en el proceso de colocación de equipajes...mientras pienso que "me reservo lo que pienso" me deja sorprendido que la "excusa" no se explica en inglés... Extraño, el resto de mensajes sí, en fin, cojo un diario y busco las páginas de arte y cultura dispuesto a leer sandeces.

Ya despegados y en travesía levanto los ojos del diario y veo (¡zas!) en el compartimento de 1a clase y volviendo no sé si de cabina o del servicio al personaje que motiva este artículo, perctamente peinado, Lacoste azul celeste, cara de autosuficiencia y sobradío a la vez que una connatural indiferencia por los trozos de carne con ojos que poblamos la clase turista.

Mi subconsciente hace aflorar como un géiser la frase que oí en la terminal "PUES SE MERECERIA QUE SALIESE EL AVION Y QUEDAR EN TIERRA".

Si el señor Edumequemo Zalisa es capaz de retrasar un vuelo llamando a algún cargo de AENA desde el atasco que se forma en Valencia el domingo por la tarde vivimos en un país de mierda, DE MIERDA.

Si el señorito que presume de ética política no ejerce la más elemental ética ciudadana y ocasiona que gente a quien no conozco pero seguro valen más que él pierdan sus enlaces a Santiago de Chile, como ocurrió de hecho, y es el portavoz del principal partido de la oposición...este país tiene una democracia muy, pero que muy verde y deficitaria.

FELIZ NAVIDAD A TODOS (menos a los jetas)

Experiencias de una chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XI).

La familia...¿carnal?

La familia de FIL goza como ya sabemos de una solidez y un blindaje ejemplares, sobre todo en lo concerniente a las aportaciones externas. Cualquier material "nuevo" era analizado bajo las premisas de un dogma fuertemente asentado y había de ser digno de pertenecer al clan. Lo realmente curioso es que como no podía ser de otra manera ni el clan era tan elevado ni aquellas aportaciones tan concordes con dicha elevación. 0 sea: gente normal que consigue ser anormal porque se cree elevada consigue que otra gente normal acabe siendo anormal por convivir con aquella. El paso de los años y el sojuzgamiento a dogmas y manías conforma al final un grupo humano digno de las piezas más delirantes de Valle Inclán.
La mayor de los hermanos de FIL inicia la saga de los "lín", diminutivo que se aplicó casi con carácter general a todos los miembros. Es una mujer muy despierta y energética a pesar de que ya rebasa los 80. Tiene energía para llevar en fila un regimiento y su posición de hermana mayor le proporciona todavía si cabe mayor autoridad. Pero además de todo ello Lolín se caso con el hermano menor de MIL*, con lo que se dió cruce de matrimonios entre dos familias. Realmente la familia de MIL era muy distinta a la de FIL en todo, pero sobre todo en la condición de ser mayoritariamente cultos y profesionales liberales... a saber: de los cuatro, dos abogados, un sacerdote (inevitable en estos tiempos) y la propia MIL quien no estudió no por falta de capacidad -era sensible, inquieta y yo estoy convencido que sabia- sino porque las condiciones sociales de la posguerra no eran propicias. Entrar a pertenecer de lleno en el linaje de un grupo de hidalgos venidos a menos era algo que a Hans seguramente no se le hubiera ocurrido en su juventud, de hecho Hans y Lolín contrajeron matrimonio a los cuarenta y muchos.
Contraer matrimonio no es "hacer uso del matrimonio" necesariamente, y esta sutileza permitió a Lolín sojuzgar a Hans en un aspecto más -y no nimio- de los que configuran la convivencia de una pareja: el sexo. "¡Castidad en el matrimonio!" tronaba ella con su inhumana voz de caña partida.
Hans y Lolín venían a veces en verano unos pocos días a casa. La tertulia era la actividad favorita. Sentados en un balancín desgranabamos los temas asumiendo un índice de participación variado y desigual. Lolín copaba el 80% de las intervenciones con su voz irreal y sus tesis de madre superior de las Clarisas. La especialidad de Hans era lisa y llanamente la apostilla. Creo que era un maestro en ello, era su forma de defensa, su guerra de guerrillas ante la potencia temible ideológica del ejército que en forma de verbo Lolín desplegaba. Recostado en el balancín en una sabia tercera fila, con voz trémula y aguda, suplía con una ácido sentido del humor y la subversión la falta de valor para enfrentarse directamente a Goliath. Sus intervenciones siempre me parecieron graciosísimas, pero lo más plástico era sin duda el contraste entre ambos. Cuando la cerrazón ideológica nos llevaba a un callejón sin salida Hans sentenciaba: "es tonto hablar". Era la señal de vía muerta.
¿DE QUE HA MUERTO ROCIO JURADO?.... era la valiosa aportación del propio FIL a la tertulia. Esta vez se ha producido en un silencio, pero otras veces la inserción es brutal como el tono de voz. Se presenta aleatoriamente a nuestro parecer, pero no es así, ocurre cuando hay actividad en su mente. ¡Simplemente su gandulería impide que retenga la frase por el esfuerzo que supondría recordarla!

*MIL es (era) mi suegra: Mother in law... claro.

Sociedad y Cultura. ¿Reir o llorar?

Hace tiempo que sigo de cerca la sección de cultura de un periódico digital (http://www.levante-emv.es/ ) con el ánimo de intentar elevar a categoría de ley la hipótesis que iba tomando cuerpo en mi... digamos fuero interno. El caso es que este diario digital -que confieso, leo asiduamente- hace meses optó por separar las secciones "cultura" y "sociedad" que antes venían juntas. A partir de ese momento la sección "sociedad" sigue teniendo sus contenidos, por supuesto absolutamente prescindibles y a lo "vanity fair" en su inmensa mayoría; la sección cultura está ¡VACÍA! en un porcentaje muy alto de las visitas.

Estaba preguntándome cual sería el porcentaje adecuado para elevar al rango de LEY una mera hipótesis, pero hoy, tras una semana fuera de casa y de esta Valencia que me mata cada día más y peor.... me he conectado, la he visto ¡VACÍA! otra vez (y van...) y no he podido resistir la tentación de ponerme a escribir estas líneas.

No se piense que la culpa es de este diario digital: de donde no hay no se puede sacar.

Triste, triste, triste, triste...

Valenciaaaaaaaa! es la tierra de las floores de la luUUzz y del amoOOOOoor (y ya sabéis... ta-ta-ta-ta-chín ta-chín tachín) 

p.d. Enrique siente algo parecido http://inriquito.blogia.com/2006/081701-salsa-rosa.php