Blogia
Sentidos (¿5?) o ¿Será mejor callar?

Experiencias de una chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XI).

La familia...¿carnal?

La familia de FIL goza como ya sabemos de una solidez y un blindaje ejemplares, sobre todo en lo concerniente a las aportaciones externas. Cualquier material "nuevo" era analizado bajo las premisas de un dogma fuertemente asentado y había de ser digno de pertenecer al clan. Lo realmente curioso es que como no podía ser de otra manera ni el clan era tan elevado ni aquellas aportaciones tan concordes con dicha elevación. 0 sea: gente normal que consigue ser anormal porque se cree elevada consigue que otra gente normal acabe siendo anormal por convivir con aquella. El paso de los años y el sojuzgamiento a dogmas y manías conforma al final un grupo humano digno de las piezas más delirantes de Valle Inclán.
La mayor de los hermanos de FIL inicia la saga de los "lín", diminutivo que se aplicó casi con carácter general a todos los miembros. Es una mujer muy despierta y energética a pesar de que ya rebasa los 80. Tiene energía para llevar en fila un regimiento y su posición de hermana mayor le proporciona todavía si cabe mayor autoridad. Pero además de todo ello Lolín se caso con el hermano menor de MIL*, con lo que se dió cruce de matrimonios entre dos familias. Realmente la familia de MIL era muy distinta a la de FIL en todo, pero sobre todo en la condición de ser mayoritariamente cultos y profesionales liberales... a saber: de los cuatro, dos abogados, un sacerdote (inevitable en estos tiempos) y la propia MIL quien no estudió no por falta de capacidad -era sensible, inquieta y yo estoy convencido que sabia- sino porque las condiciones sociales de la posguerra no eran propicias. Entrar a pertenecer de lleno en el linaje de un grupo de hidalgos venidos a menos era algo que a Hans seguramente no se le hubiera ocurrido en su juventud, de hecho Hans y Lolín contrajeron matrimonio a los cuarenta y muchos.
Contraer matrimonio no es "hacer uso del matrimonio" necesariamente, y esta sutileza permitió a Lolín sojuzgar a Hans en un aspecto más -y no nimio- de los que configuran la convivencia de una pareja: el sexo. "¡Castidad en el matrimonio!" tronaba ella con su inhumana voz de caña partida.
Hans y Lolín venían a veces en verano unos pocos días a casa. La tertulia era la actividad favorita. Sentados en un balancín desgranabamos los temas asumiendo un índice de participación variado y desigual. Lolín copaba el 80% de las intervenciones con su voz irreal y sus tesis de madre superior de las Clarisas. La especialidad de Hans era lisa y llanamente la apostilla. Creo que era un maestro en ello, era su forma de defensa, su guerra de guerrillas ante la potencia temible ideológica del ejército que en forma de verbo Lolín desplegaba. Recostado en el balancín en una sabia tercera fila, con voz trémula y aguda, suplía con una ácido sentido del humor y la subversión la falta de valor para enfrentarse directamente a Goliath. Sus intervenciones siempre me parecieron graciosísimas, pero lo más plástico era sin duda el contraste entre ambos. Cuando la cerrazón ideológica nos llevaba a un callejón sin salida Hans sentenciaba: "es tonto hablar". Era la señal de vía muerta.
¿DE QUE HA MUERTO ROCIO JURADO?.... era la valiosa aportación del propio FIL a la tertulia. Esta vez se ha producido en un silencio, pero otras veces la inserción es brutal como el tono de voz. Se presenta aleatoriamente a nuestro parecer, pero no es así, ocurre cuando hay actividad en su mente. ¡Simplemente su gandulería impide que retenga la frase por el esfuerzo que supondría recordarla!

*MIL es (era) mi suegra: Mother in law... claro.

1 comentario

Igebelar -

Hola JuanLu (o debería llamarte JuanLulín):

La familia de FIL es genial. ¡Mira que hacer un "casting" para cada uno de los nuevos miembros! Es graciosísimo visto desde fuera, claro, pero por nada del mundo me gustaría participar en uno de esos. Se me antoja que antes preferiría uno para entrar en OT o GH (¡horror!).

Muxuk.