FIL's attack. Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas. (IV)
Queridos, estoy en un impass justamente cuando más creativo debiera ser. ¿Por qué? porque tengo a FIL ¡en casa!. No, no me he vuelto loco... simplemente no os expliqué que FIL es una "pupa en el culo" periódica. Chicas, imaginad una menstruación que dura un mes y viene cada cuatro... pues algo así. El fenómeno -que me hace recordar la Fortunae Rota medieval- tiene de todas formas una previsibilidad macabra, porque no penséis que nos preparamos los tres meses que tenemos el culo bien para el mes aciago... no, no: en esos meses olvidamos, y aunque a mí me gusta bromear y recordar -quizá como terapia, o más bien porque soy un perfecto cabrón- lo normal es que se corra un tupido velo. O sea que cuando llega no estamos preparados, estamos descansados.
Ahora que veo las virtudes que lo adornan estoy sufriendo una crisis terrible porque me debato entre seguir la historia o entrar A TRAPO y sin piedad en lo cotidiano. Lo de FIL no tiene nombre porque es un organismo altamente especializado. Su rendimiento me deja absorto por mucho que hace unos 18 años que asisto admirado a su capacidad. Imaginad una actividad humana, la que sea... ¿fútbol?... ¿Ronaldinho?... FIL tiene un talento superior, ¿automovilismo?... ¿Fernando Alonso?... ya quisiera Fernandito, ¿Leonardo?, ¿Cervantes?, ¿Mozart?, FIL se puede parangonar con ellos, pero en una actividad distinta: "PORCULIZAR".
Su absoluto don de la falta de oportunidad para decir -a voz en grito, claro- lo que menos conviene en cada momento, la contemplación permanente y excluyente de su ombligo, su falta de generosidad, la convivencia tensa que provoca -¡el comer!, por ejemplo- constantemente, su vivir para que le sirvan los demás, su no darse ni un ápice y no dar ni golpe, su "religiosidad"... pero sobre todo su tocar los huevos con virtuosismo y contumacia lo ponen en mi modesta opinión en una cima inalcanzable. Como se decía en la película "La cena de los idiotas" es un fuera de serie, un auténtico pata negra, el número uno... vamos: un crack.
Como ocurre siempre al lado de un superdotado el sentimiento de inferioridad me tiene dediatado. Estoy delante del Powerbook y no tengo palabras. ¡Heeeelp!
3 comentarios
JuanLu -
JL
JuanLu -
Es el número 1.
Igebelar -
Muxu bat.