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Sentidos (¿5?) o ¿Será mejor callar?

FIL

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXIII). Regresiones: El Veo-veo.

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXIII). Regresiones: El Veo-veo.

Reunión-comida familiar, hace tiempo que no nos vemos todos y hay como siempre en estos casos un ambiente bullicioso y alegre. Sentados en mesa alargada y con FIL presidiendo, como siempre, transcurren los minutos de primeras cervezas y aperitivo de aquella comida.
Sostenemos conversaciones cruzadas que se amenizan de cuando en cuando con ruidos de platos, vasos. Algún "papá ya está bien de comer aceitunas...ya os dije que había que ponerle las suyas: unas pocas en un plato", más de un "papá..¿no ves que estamos hablando?" tras varias intervenciones del estilo "...¿COMO SE LLAMA EL DE LAS BEBIDAS...EL DEL TORO?" en el momento crucial de la conversación.
Y es que FIL nunca fue oportuno, al menos no oportuno para los demás. Si se  trata de interrumpir una conversación en el mejor momento FIL es la oportunidad en persona.
Al no prosperar las "preguntas sociales de prensa rosa" FIL acomete una estrategia distinta: "EMPIEZA CON LA LETRA T".
¡Hala, así a bocajarro!, y sin introducción, la toccata se la salta y va directo a la fuga, que es cansado enunciar el tradicional "veo-veo".
"Ni caso", suelto yo. Ya sé que parece cruel, pero si se accede se acabó la conversación de personas y empieza la de amebas nada más empezar la comida.
Sorprendentemente mi boicot tiene éxito y un "papá, ahora no, por favor" tapona el conato de juego.
Tras unos 10 minutos de animada conversación (FIL en silencio) se oye "EMPIEZA CON LA B...". A pesar de un "jooooder..." de uno de mis cuñados mi inocente sobrina contesta: "botella".
¡Error!...esto va a trastocar definitivamente la comida. ¡NO!, descerraja en seco la voz de caña partida de FIL. "Bandeja...." dice una de mis cuñadas.
A partir de este momento hay dos niveles de conversación: la que se produce a 90 decibelios -el juego en sí- y la de los anti sistema que hablando a un nivel normal conseguimos introducir pullas una vez que el mal ya se ha consumado y FIL se ha salido con la suya.
- Perdonad... pero la habéis cagado
- Una vez sólo y ya está, JuanLu
- Vale, vale... pero ya verás qué vez...
- ¡ESTÁ EN LA MESA!, CON LA B
- ¡Coño!, cómo grita
- Parece un becerro
- Ja, ja... ¡qué borde!
- PAPÁ...EN LA MESA... ¿SEGURO? (Imposible no gritar)
- ji, ji... asegúrate que es b y no v, no es la primera vez que pasa
- ES BONITO...
- ¿BONITO, CON B, EN LA MESA?, ¿ESTÁS SEGURO ABUELITO?

Hasta en Valencia, a 25km de distancia, nos están oyendo e intentan participar para que acabemos pronto, porque llevamos ya diez minutos.

- ESTÁ EN LA CABEZA DE JUAN LUIS
¡Toma ya!, ahora estoy implicado. Resulta que es bonito y está en mi cabeza. Esto es típico de él, intenta congraciarse con alguien de la mesa. Como casi siempre le echa piropos al más crítico me ha tocado a mí. Es decir: lo de bonito era un cumplido por una parte, pero como pista es desastroso porque ahora nadie en la mesa tiene ni idea de qué B tiene FIL en esa cabeza en la que a fuer de vacía caben infinidad de Bs.
Llevamos ya 18 minutos y cada pista que FIL berrea es más desastrosa y desasosegante. Como soy el centro de atención visual decido portarme bien y no soltar por lo bajini hijoputeces, esbozo mi mejor sonrisa y espero con paciencia que alguien atine con la raíz del desatino.
Lo más gracioso es que hay quien ya se está enfadando con la situación. "Mirad que os lo dije", aprovecho el momento de crispación para recordar quien tenía razón: en materia de FIL como siempre yo, que lo conozco como si lo hubiera parido.

La cosa está que arde y las participantes -no me he equivocado de género- instan a FIL a que diga la solución rindiéndose.

¡BRILLANTE!... gran e inenarrable jaleo en el cual todas estas frases y similares suenan prácticamente a la vez:
¿BRILLANTE?, ¿BRILLANTE, CÓMO QUE BRILLANTE?. BRILLANTE NO ES UNA COSA. Ja, ja, esto es demasiado, mira que os tenía prevenidos. Este tío es tonto de remate. ¡PAPÁ, "BRILLANTE" ES UN ADJETIVO, NO ES UNA COSA!, ¡BRILLANTE! (aún más gritado y con las palmas abiertas). ¡PAPÁ...BRILLANTE ES UNA CUALIDAD!, o le hablas como para párvulos o no te entiende, calla ya JuanLu, ¿UNA QUÉÉÉ?, ¿lo ves?, no creo que "adjetivo" esté tampoco en su léxico y tú vas con "cualidades", ¡brillante! puaaaaa, ES BRILLANTE...

Aún habiendo quedado como un burro está contento y por si fuera poco no da su brazo a torcer. No argumenta, se encoge de hombros y dice: BRILLANTE, ES BRILLANTE a pesar de todos los "papá no puede ser".

Cuando amaina la tormenta sonora mi sobrina dice en el primer silencio que se produce:
- empieza por P... (mirando a FIL).

¡NO TENGO GANAS DE CAVILAR!

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXII). Frases tontas..

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXII). Frases tontas..

QUE DE LA BABITA DEL HOMBRE NAZCA UN NIÑO.......¡QUE MILAGRO!

Cuidado que la cosa, aún siendo así a grito pelao da para ser analizada:

Lo primero que llama la atención es el papel que tiene la mujer en todo este negocio de la procreación según la hueca sesera de FIL.

Lo segundo es lo... pintoresco en la utilización de los términos científicos.

Lo tercero es que este tío jamás ha mencionado el asunto hasta ahora (a la vejez viruelas, como se dice) y ahora entra en fase de sorpresa ante los misterios insondables que nos rodean.

Y es que a uno se le secan las babitas de oír gritar estas cosas... y aún hay quien propone unas cosas en los comentarios...

Continuará...porque frases tontas hay para rato.

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXI). Frases tontas..

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XXI). Frases tontas..

La demostración clara de que no pensar entontece está en nuestra casa en persona cada cuatro meses aproximadamente. Está cercana su llegada y me voy preparando ya para el aluvión de frases hechas y tontas con que FIL te puede someter en una tarde de estudio o recogimiento. Como en los mecanismos simples hasta lo absurdo, en la mente de FIL estos comportamientos tienen siempre una explicación sondeable primero y explicable después. Yo voy a evitar al lector la primera cualidad, y nunca me lo agradecerá lo bastante porque de lo contrario habría de estar en presencia de FIL. Con respecto a la segunda aquí viene: FIL, como saben los que siguen la serie desde el principio (abril de 2006), está profunda y religiosamente convencido de que no hacer nada es la vida padre. Este estado beatífico ha sido loado por el mismo FIL con gemas literarias tales como la enigmática y preocupante: "PAGARÍA PARA QUE ME VISTIERAN", o la más popular y cercana "¡EN LA CAMA QUÉ BIEN SE ESTÁ!, que goza de mayor favor ya que el autor la repone día sí, día también.

Los seres simples son absolutamente coherentes, véase la ameba que lo es hasta el extremo de la unicelularidad... vamos la coherencia máxima, un único elemento. Para FIL esa coherencia se expresa en la totalización del estado, ya que no hacer nada es nada, nada de nada. Incluso no pensar. Todo esto tiene una consecuencia inevitable que se llama ABURRIMIENTO. El aburrimiento conlleva a la vez un estado de desfase con el mundo circundante ya que FIL está rodeado de personas muy activas, y una necesidad de suplir ese desfase con muestras toscas y elementales de comunicación:

"JUAN LUIS... MACHO, PERO... MACHO DE MACHO, NO DE MACHO".

¡Zas!, ¡Ahí queda eso Chindasvinto!, queda resonando en el aire de la sala, y mi mente tarda menos de un nanosegundo en implorar: "¡que no lo explique, que no lo explique!".

"TÚ LO ENTIENDES, ¿NO?..." No puedo creerlo: lo va a explicar aunque le he dicho con la cabeza que sí. Me resigno, ya que aunque hubiera gritado el "sí" el desenlace era inevitable.

"...MACHO DE MACHO...." (con las manos abiertas y los ojos más que antes) "...PERO NO DE MACHO..."

En este punto Bianca bosteza. Lo hace lentamente y desperezándose. Aún pensando que es por casualidad se me hace patente la grandeza de los animales, incluídos los machos y demás equinos. Veo su lengua rosada y sonrío. FIL cree que es por su gracia.

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XIX). Ver una película... porque oírla...

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XIX). Ver una película... porque oírla...

Más o menos cada cuarenta segundo viene una de éstas:

- Las pulgas... ¿tienen corazón?
- Las nubes... ¿llevan agua?
- El director de una película debe de ser... ehhhrg... super listo
- ¿Has ido en avión?... ¿y no te da miedo?
- Eso... ¿cómo lo hacen?... * ¡NO LO ENTIENDO!
- ¿Me has oído rezar?
- Mañana... ¿vas a trabajar?**
- En la feria... los caballitos que dan vueltas... ¿cómo se llama? ***
- Es conocido...**** ¿cómo se llama?

Esta jodida manía de preguntar como se llama el actor porque no quiere hacer el esfuerzo de recordarlo siempre acaba con un ¡EXACTO! cuando se le dice el nombre del interfecto. Un día estaba FIL viendo la tele y no estaba en le sofá su sufrida hija sino su puñetero yerno, eso sí, pasando de la tele y leyendo una revista técnica.

- Ese... ¿cómo se llama?

Se trataba de Brando y yo no estaba dispuesto a entrar al trapo. Un diálogo con cambios de plano entre Brando y la otra persona hizo que mi mente viese enseguida una forma de manejar la situación:

- ¿Quién?

 Mirando por el rabillo del ojo levanté los ojos de la revista justo cuando la cámara abandonaba a Brando.

- ¡Ehhhrhhrg...! ese no... ehhhhh... ¡ESE, ESE!

En ese preciso momento mis ojos ya habían vuelto a la revista... levanto la cabeza justo cuando Brando ya no está.

- No conozco a ese actor...
- ¡NO!, ¡ESE NO!, ¡ES EL OTRO!
- !ESE, ESE!  (yo en la revista)
- Ya te ha dicho que no lo conozco... (levantando los ojos justo cuando el plano muestra al secundario y volviendo a la revista una décima de segundo antes de la vuelta de Marlon).
- ERRRGHH... ¡ESE!

No tengo tipografía para reflejar el volumen sonoro. Está con la mano señalando hacia la tele, la boca abierta y la mirada desencajada. La secuencia va a concluir y aprovecho para poner la puntilla. Pongo voz de falsa paciencia:

- ¿de qué actor me hablas?

La secuencia cambia.

- ¡YA NO ESTÁ...!
- Desde luego qué difícil es leer contigo, ¡no me preguntes más!

Y es que si le respondes ya no lees, le cuentas la ficha técnica.

Pero no siempre es así. Noche siguiente:
- Las gatas... ¿tienen cuatro dedos?
- Mañana... ¿trabajas?
- ¿Me has oído rezar?

* La pregunta surge al ver una película de animación. Se le explica que se hace con ordenador. No sé para qué se le explica, claro, no lo entiende.

** La pregunta puede ser formulada tanto miércoles como lunes.

*** Es digno destacar el giro que da el muy gandul para no entonar de forma interrogativa una frase larga.

**** Un actor.

 

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XVIII). Algo de lo social.

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XVIII). Algo de lo social.

Hace ya unos años caminábamos con FIL de vuelta de un concierto. Nuestro lento deambular nos llevaba de la iglesia donde se había celebrado éste al lugar donde habíamos podido aparcar el coche. Caminando a ritmo de FIL por las calles del casco antiguo (Barri del Carme) posibilita conocer a toda la Valencia que ronda por allí porque realmente no es caminar, ni siquiera pasear, es un arrastarse cansino, tedioso y casi enervante. Desde luego quien proclame que andar lento relaja tendría que probar esto.
- Papá... ¿no puedes ir un poquito más rápido...?
- ngggg.. nOOoo

No mira al contestar, sino a un ignoto punto en su horizonte que su amplitud de miras hace que esté a unos dos palmos de su nariz. Yo tenía ganas de broma:
- ¿... y si viniese un toro?, tendrías que correr...
- ¿correr? (mirándome),  ¡OYE!.... ¡ME PILLARíA! (abriendo desmesuradamente los ojos)

FIL siempre ha sido sincero, sincero hasta la imprudencia e incluso hasta la crueldad. No mentía: le pillaría, ninguno de los tres lo dudaba, no aceleraría ni un ápice el ritmo y todos veríamos horrorizados -colgados de alguna reja- a FIL arrollado por el astado.
Arrobado imaginando a FIL en los Sanfermines no me percaté de la proximidad de dos encantadoras amigas que venían a nuestro encuentro:
- ¡Hola!.... ¿Cómo estáis?
- ¿qué taaaaal?
- Fenomenal... ¿y vosotras?
- Bien, muy bien, venimos del cine y nos dejábamos caer por aquí a tomar algo...

En fin, la conversación típica. En estos trances FIL es educado y simpático a su tosca manera. Gritón por la sordera, de repente en las calles peatonales todo aquel que no se había visto ya atraído en su atención por nuestro viscoso y lento discurrir tenía que prestárnosla ahora por el volumen sonoro del saludo de mi suegro.
Seguía la breve conversación y FIL no parecía prestar atención, oscilaba dando un pasito adelante y otro atrás saliendo y entrando levemente y sin cesar del pequeño círculo. A pesar de andar a 10 cm por segundo no es capaz de estar quieto.
Ellas, dos mujeres modernas, desenvueltas y autosuficientes, de elevado nivel cultural y económico y con cargos en entidades de importancia. Circunstancialmente no casadas pero con vida sentimental estable y satisfactoria.

- Bueno... encantada...
- ¡CELEBRO!
- ¡Adiós!
- ¡Ya nos llamamos!
- ¡DIODIOdiodio!*
- ¡Adiós!
- ¡Pasadlo bien!

Cuando avanzamos unos pasos, FIL, que había detectado por algún indicio o por imaginación el estado civil de nuestras simpáticas amigas, esbozó su sonrisa cómplice de panoli y adelantó levemente la cabeza inclinándola hacia la de su hija pero sin dejar de mirar a "su punto", en un intento de hacer confidencial lo que su voz no iba a permitir que lo fuera:
- ¡NO TIENEN DÓNDE CAERSE MUERTAS!


* Fórmula típica de FIL para una "adiós" rápido pero gandul. Nótese la ausencia de la "s" y el volumen en diminuendo.

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Enlaces interesantes:
http://barriodelcarmen.net
http://www.barriodelcarmen.info/
http://es.wikipedia.org/wiki/Barrio_del_Carmen_(Valencia)

 

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XVI). Via Crucis adiposo.

Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XVI). Via Crucis adiposo.

VIA CRUCIS ADIPOSO

Admitámoslo: FIL sólo piensa ya en comer. Hacer hace otras cosas, pero en ellas no piensa. El caso es que su metamorfosis metabólica ha sido realmente llamativa en estos últimos 12 meses. No se nos puede acusar de no cuidarle, o de no estar atentos a su dieta. A pesar de ello su figura de b minúscula con patas de alambre se ha acentuado de forma casi grotesca. Ahora se resiste a caminar porque dice que se cansa, pero pide que se le lleve a merendar. Es natural que se canse con esas piernecicas que el espíritu señoritingo nunca quiso trabajar y soportando el peso de ese tronco desproporcionado cuya barriga hace pensar que lleva la mesa camilla incorporada a la anatomía.
La cosa -se me permitirá la ironía- tiene su miga, ya que en casa lo sometemos al régimen de verduras, ensaladas, lentejas, fruta y en fin todo lo que le viene bien. El verdadero problema estriba en lo que hace el bicho cuando está "en libertad" y se va él solito a merendar aunque diga que se le cansan las piernas. Hemos descubierto que el via crucis merendil pasa por las siguientes estaciones:

- 18:30 1ª estación del Via Crucis (bar de la estación de nuestra localidad):

Café (descafeinado) con leche (desnatada) con sacarina (sin tratamiento).
Tostada de pan con aceite de oliva, seguramente para contrarestar el efecto de la sacarina

- 19:10 2ª estación (bar de la plaza del pueblo)

Cerveza (sin alcohol)
Bolsa de papas o patatas fritas (íntegra y sin tratamiento)

- 19:40 3ª estación (bar colindante con el kiosco)

Cortado (descafeinado y con la leche desnatada)
Magdalena (sin tratamiento amortiguante alguno)

- 19:50 4ª estación (bar de la derecha de la panadería)

Poleo con sacarina

- 20:00 5ª estación (bar de la izquierda de la panadería)

Poleo con sacarina

Son sorprendentes por su contenido las dos últimas estaciones. Se deduce que la naturaleza de la cuarta se debe a un cierto "recule" por arrepentimiento, y la quinta obedece al pensamiento de que la autopenitencia ha sido excesiva, pero también a la certeza de que ya no se debe abusar.
A veces las dos últimas estaciones se sustituyen por una en la que nuestro tragón se zampa un helado de turrón (supuestamente sin azúcar). De esta manera arrepentimiento y anti-arrepentimiento se ven integrados de forma sincrética y estomacalmente satisfactoria.

Este circuito sacarino-calórico sucede ¡todos los días!, y todos los días llega FIL requeante de este tour de force porque sus poco generosas paticas apenas pueden transportarle de vuelta a casa. Se precipita en el seno del balancín del jardín, el cual sometido a una prueba para la que no fue concebido cruje y se queja de forma lastimera. FIL resuella.

Al pasar unos minutos y recuperar la respiración dice: "cuando vaya al médico le preguntaré por qué se me hincha la barriga"...

Experiencias de un chico cada vez menos bondadoso con su suegro tocapelotas (XV). FIL y la ecología.

Experiencias de un chico cada vez menos bondadoso con su suegro tocapelotas (XV). FIL y la ecología.

Cenando los tres en el salón:

- ¿Por qué no encendéis todas las luces?

FIL se dirige a su hija, a mí no me pregunta porque mientras cena no lo miro, es mejor no hacerlo.

- Papa ... ¡el planeta está enfermo!

realmente me encanta su limpieza e ingenuidad al contestar, pero la elipsis va hacer que FIL no entienda nada. Bien pensado la explicación sería peor, prolija y llena de escollos: ¿cómo hacerle entender el efecto hibernadero?, ¿calentamiento global?... tate, tate, lo dejamos ahí

- ¿El planeta?... ¿qué es el planeta?

casi me atraganto de la risa, y mira que me esperaba algo así ...

- ¡Papa!: ¡LA TIERRA!

- ¿qué tierra?

 

Epístola a un admirador de FIL.

Epístola a un admirador de FIL. Querido amigo,

Llevo tiempo sin escribir porque me cansa antes incluso de empezar. Me cansa escrutar las vidas, escarbar y contar devenires de gente mediocre. ¡Tan previsibles sus reacciones, sus hábitos!... me produce un hastío casi inhabilitador.
He de reconocer que -por ello- me falta motivación para escribir acerca de FIL. Alguna vez sostuve (lo sigo haciendo) que mi suegro es un fuera de serie en aquello de cagarse en el prójimo, pero aparte de esta habilidad con la que SU dios lo ha "bendecido" y que creo que sólo los más allegados olemos es un perfecto mediocre, vulgar en su egoísmo y previsibilidad. Un mediocre digno de salir su foto ilustrando ese vocablo en la wikipedia.

Argumentas que todos nosotros revertimos al egoísmo "de la especie" (que es del individuo al fin y al cabo) al hacernos mayores, y que por ello el comportamiento de FIL es en cierta medida "normal". He de decirte que FIL siempre fué así, o incluso peor.
Hay algunos que piensan como tú (los hay, los hay) que mis artículos sobre FIL son como una terapia de descarga que me dicta el subconsciente. Ya se sabe... fuerzas internas entre atávicas y cósmicas, ¡sí, sí!, las mismas que un día me llevaron según algunos a sentir atracción por mi madre y como consecuencia querer matar a mi padre. Yo no niego ningún extremo (y desde luego esto último es muy extremo), simplemente me río y a veces me carcajeo de esas cosas, palabra. Volvemos a FIL y en relación a esto: no he escrito acerca de nuestro "premio Nobel de la paz doméstica" desde el día 16 de agosto. Teniendo en cuenta que FIL convivió con nosotros durante julio y agosto diría que de ser cierta tu teoría el servidor que aloja este humilde blog debería estar a punto de espicharla, y mi cuenta de correo recibiendo notas de blogia instándome a que limite mis aportaciones o tendrían que reinstalar todo en un servidor más potente. Han pasado desde el último artículo dos meses y me obligo a escribir porque odio la inconsistencia, sobre todo la mía. Escribo porque me divierto haciéndolo, y no me divierto más haciéndolo sobre FIL que sobre otros temas. Escribo porque me gusta escribir aunque no me lea ni el tato, pero escribir de FIL en este momento no me divierte: es tan coherente, tan previsible que me siento como escribiendo acerca de un juguete barato de resorte mecánico... le das cuerda y hace "a", el resorte pierde fuerza y deja de hacer "a". No hay "b", pensar en "j" sería de iluso y en por ejemplo "p" de rematadamente loco.
No hay misterio, sólo perplejidad y asombro ante un mecanismo humano tan primario. Pero ese asombro y perplejidad ¡son míos!. Yo los genero porque la vida con él NO es divertida en absoluto, sin embargo sí lo es cuando lo cuento. Ahí estriba lo estimulante de escribir para recrear. Palabra que no invento nada, es más: hay temas no abordados por elegancia e incluso decencia, pero dar estructura dramática a estos episodios es difícil sin inventar. Quiero decir que montando estas aventuras sobre una trama argumental inventada tendría estructura para algo más que el goteo de un blog, pero me impuse desde el principio no inventar, sino recrear. Sin ese inventar la mediocre vida de FIL no da ni para novelilla, ni siquiera para folletín.

JuanLu dixit.

Sinceramente.

Experiencias de un chico cada vez menos bondadoso con su suegro tocapelotas (XIV). La oración.

Experiencias de un chico cada vez menos bondadoso con su suegro tocapelotas (XIV). La oración.

GRRRRRRFLNGGGGGGG....... ARFFFFFF..... GRONFLLLLLLLL..... GRLLLLLLLL... ARRR..ARRR..ARRR....... PRRLLLLLLLGHLKT.... NRRRRRRRRRRRR.....ARFFFF.....ARFFF....ARFFFFF..... ERRRRRRRRRRRR......GRR..... ARRR...ARRR....ARRRR

- ¿Alguien puede hacer el favor de subir la música?... Estamos tres de los cuatro intentando -nunca mejor dicho- leer. Yo no puedo leer con música, aunque suene quedo, se me va la atención irremediablemente. En vez de leer atiendo mi email, lo cual también es leer, pero sin grandes necesidades de concentración, al menos esa tarde.

Lo que "esa tarde" pasa es que hay cuatro personas que buscan en la paz del inicio del crepúsculo esa introspección necesaria para seguir siendo, y FIL, que para seguir siendo, ha de hacer en presencia de los demás las cosas que más molestan ha decidido sentarse en el sillón a (ejem...) rezar.

HRRRGGGGLLLLLLLLL.....ERRRR...ERRRRRR...ERRRRR..... GRUNFFFFFFFLLLLLLLLLL...ORRR....ORRRR......... ZRRRRRRRRRRRRRRR

No se debe subestimar la potencia cósmica de esa oración. De la misma forma que los FIL no necesitarían teléfono para comunicarse por la capacidad dinámica y la insolencia de sus voces, Dios no puede prestar oídos sordos a esta piedad a voz en grito estilo CATERPILLAR.

No cualquier música es buena como antídoto, es necesario que no tenga altibajos ya que el pío gorrineo de mi suegro arruina sepultándolos por completo los pasajes entre en pianissimo y el mezzoforte. No, no... se requiere un jazz alegre con un buen batería marchoso, por ejemplo.

GRFFFFFFFFFFFFF......... HURRRRRRRRRRRRRRRRRRR...... GNNNNNORRRRRRRR....... AR...AR....ARRR.....

A veces se impone la ironía, claro, yo es que no lo puedo evitar:
- ¿Están de obras enfrente arrastrando sacos de cemento... o es tu padre que reza?...
- JuanLu... ya está bien, no hay obras enfrente...

MHRRRRRRRRRR........ ARFFFFFRRRRRGGLLLLLLLLLLLERRRRRRR...... RURRRRR...RR...RRRRRRRR....... GRRRRRRRRRRRRRRRLLLLRRRRRRRRRRRR....MNORLLLLLLLLLLLLLLLLLLL

- ¡Papá!... ¿puedes rezar para tí?.... FIL en vez de mirar la esquina superior derecha del techo del salón desvía sus ojos de merluza que lleva ya cuatro días en el expositor a la esquina izquierda y sin parar modula un poquito:

rglglglglglggllllllggggll...... arfrrrrrrrrrr.... grllllll.....errr...errr

pero enseguida:

PRRRRRRRRR..... GHLFFFFFFFFFFF......... ARRR....ERRRRR........ROOORRRRRRRRRRRR.......

En esencia se caga en todo y hay que recurrir al "si no callas no cenas", triste pero real (y efectivo).

Lo realmente gracioso es que estoy seguro que no sabe lo que reza, su rutina ha hecho que ya no preste atención a lo que dice.

- Pero vamos a ver... ¿por dónde vas del rosario?...

ARRRRFFFFF.... ¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?... POR.... NO SÉ... ORGLLLLLLLLLLLLLLLLLL..... FRRRRRRRRRRRRRR.... AR... AR... ARRRRRRR


Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (XIII). Maniobras de ocultación.

Un aspecto llamativo -y poco conocido- de la personalidad de FIL es la gallardía y valentía que muestra para salir "cobardemente" de situaciones comprometedoras. Puede parecer un contrasentido pero no lo es en absoluto. Más de una vez he pensado que le gusta no vestir bien ahora para parecer más pobre y que un ídem no le pida dinero. No tengo la certeza absoluta, claro, pero lo sospecho con bastante firmeza. Siempre le gustó vestir bien, era como ya se sabe bastante "dandy" en sus paseos meciéndose en algún punto de la ola formada por la "creme de la creme" que iba arribando a diferentes cafeterías y churrerías de aquella distinguida calle de La Paz de Valencia. Ahora se le brinda muchas veces le posibilidad de vestir mejor -no se entienda que viste mal, por favor, ni mucho menos- pero él la rechaza de plano con la delicadeza que suele emplear para estas cosas. ¡NO(p)!..... La "p" es el sonido de desactivar el tapón de la respiración que mantiene una presión exagerada y una voz apretada y aumentada todavía más por la sordera, presión que otorga mayor vehemencia a la negativa. En general nos suena a mezcla entre brevísimo cañonazo y jarro de agua fría por encima de nuestra cabeza después de estar al sol a 40º.... más o menos.

El caso es que él mismo alguna vez contó que al acercarse alguien -un tío, un pobre, no recuerdo- a pedirle algo optó por hacerse el retrasado. Conociendo cómo carga tintas, y si el café tiene azucar tiene 3 cucharadas colmadas o no tiene, y si hay que ajustar algo para que quede fijo no se pone una argolla sino tres superpuestas y soldadas, es fácil imaginar que daría gritos dignos de el loco que pone más que locos a los propios cuidadores en cualquier manicomio. Esto pensaba yo cuando lo escenificó él mismo con sonidos guturales y aspavientos... ¡Diooooooos mío!... ¡me quedé cortísimo en mi escena imaginada y en mis comparaciones!. Vivir para ver y para oír.

De todas formas la maniobra del emboscado más flagrante y cantarina la protagonizó FIL en una reunión familiar. Pili*, una de las hermanas de FIL, concretamente aquella que a pesar de no carecer de atractivo físico había quedado para "vestir santos", sufrió lamentablemente una embolia quedando paralizada de medio cuerpo. Hasta ese momento era autosuficiente y llevaba su vida propia, pero a partir del ataque habrían de hacerse cargo de ella. Los hermanos y cónyuges se reunieron para determinar el cómo asumir la nueva carga. Uno de los presentes me contó que de repente FIL, temiendo que se le asignasen responsabilidades escenificó su transformación en una especie de monstruoso ser transgénico, siendo Don Quijote y el molino atacado las dos realidades juntas en un solo ser vociferante y aspaventoso: "¡YO ESTOY LOCOOOOOOO, YO ESTOY LOCOOOOOOOO....!"

* Por supuesto -y como siempre- los nombres son ficticios, aunque mantienen ritmo y rima como los originales, excepto FIL, claro está....

Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XII). Amor de padre.

El 21 de junio -sí, San Luis- se cumple la efemérides del segundo nacimiento de mi chica y compañera. Hace seis años venía a recogerme a nuestra casa en su Kawasaki Zephir 750 que conducía con eficacia pero también con considerables dosis de prudencia. Los tiempos de conducir como descerebrados se suelen dar en edades entre los 18 -por poner el límite inferior según legalidad vigente- y los 28 aproximadamente en "ejemplares" del género masculino. Aquí, como en aquella práctica de hurgarse la nariz en los semáforos las mujeres no se hallan demasiado interesadas lo que da idea de su superioridad clara y rotunda respecto al otro sexo. Por muchas razones, entre las que se encuentran estas últimas también, ella no iba normalmente rápido a pesar de llevar un considerable número de caballos entre las piernas. Pero nunca se sabe qué "ejemplares" te vas a encontrar en tu camino y aunque seas San Prudencia bien poco se puede contra un trailer de 12 metros que te encuentras tras una curva y que está atravesando una carretera con línea contínua en una zona sin visibilidad.

Recibo una llamada:

- ¡JuanLu!
- ¡Chiqui!.... ¿vienes?
- Es que.... me he caído...
- ¿Te has caído? (acojono, claro, aunque oigo su voz....). Pero.....
- No te preocupes, estoy bien, me llevan a La FE.... vente allí. Está aquí ya la ambulancia. No te preocupes, estoy bien, la pierna....

Realmente no se le entendía muy claro. Luego confirmé mis sospechas: me hablaba con el casco puesto. No permitió que se lo quitasen.

Al llegar al hospital la busco asustado, al final la veo allá en medio del pasillo tumbada en una camilla esperando a entrar al quirófano. Me ve y me sonríe.... me tranquilizo. Realmente no parece grave, pero ya se puede imaginar que un accidente en moto es mortal o no según suerte. Ella la ha tenido, de ahí lo de su segundo nacimiento.
Al acabar la intervención sale el cirujano diciéndome que todo ha ido fenomenal. Me explica técnicamente una situación que no voy a reproducir ahora. El caso es que mi ingenuidad me hace preguntar: ¿entonces me la llevo a casa?, ¿cuándo?. El cirujano decide descender al mundo de los pacientes y me dice: ¿a casa?... ¡ha podido perder la pierna!. Eso ya lo entiendo, es como si yo le hablo de séptimas disminuídas y luego le digo: "si, hombre..... ¡un tango!". En fin, parece que la pierna de mi nena no estaba para tangos ni estaría en una larga temporada.

Ahora vendría la recuperación, luego la rehabilitación y luego..... ¡hostia!, la semana que viene es julio y ¡TENEMOS A FIL!.

Sinceramente hay que ser más valiente -y mi chica lo es mucho- para afrontar esta segunda situación, pero aún así decidimos seguir adelante y no pedir ninguna conmuta a alguna de las heróicas hermanas, intentaremos sobrellevarlo.

El 1 de julio recogí "el paquete" en casa de mi cuñada. FIL ya sabía que su hija había tenido un accidente, pero para evitar su pesadez inquisitoria se le había ocultado la gravedad real del mismo. Habíamos preparado la escena y mi nena se encontraba con su pierna (escayolada hasta la ingle) apoyada en una silla blanca, leyendo. Cuando entramos por la puerta de la valla estoy atento a la reacción del especímen, dechado de amor de padre y de preocupación por el estado del prójimo (cercano o lejano). Cuando la ve extiende la mano señalando imprecisamente a una molécula de aire entre ellos dos y muestra la boca abierta en un típico rictus de panoli, diciéndole:

¡ENTONCES NO PODREMOS IR A CENAR POR AHÍ!

Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XI). FIL, una vida de abnegados servicios.

Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XI). FIL, una vida de abnegados servicios. "¿Me pelarás dos naranjas?".
Mirada de su hija en el registro "¿qué hago con él, le mando a la mierda o simplemente le digo que no?". Opta por la segunda.

"¿Me has hecho la cama?..." truena en la paz del salón.

"¿Me llevas al pueblo?" (a tomar algo, claro).

"¡No tengo café!..." es su forma rara de interrogación amable. Sustituye a "¿serías tan amable de hacerme café?". Suena aproximadamente a 96db y normalmente cuando estamos hablando los demás de algo interesante o necesario.

La vida de FIL es una vida de servicios. Tras el paréntesis matrimonial, en el que la obligación familiar y paternal obligó a FIL a "sacar pecho" y "tirarse el mundo a la espalda". La desaparición de MIL le supuso un cambio de estado que conlleva el abandono ABSOLUTO de toda obligación. Pero lo que en otras personas sería una renuncia a parcelas de independencia, autonomía y utilidad, y por tanto una renuncia negativa, en FIL supuso la vuelta -estoy convencido- bastante consciente al status de señoritingo que tenía antes de contraer matrimonio.

¿Ejemplos?: que una persona a los sesenta y pocos (ahora FIL tiene 80) renuncie a conducir puede ser visto como una falta de interés y abandono por los atractivos del mundo exterior. Pero cuando ataca con "¿vamos a cenar esta noche por ahí? noche sí, noche también te das cuenta de lo largo que es y de lo poco deprimido que está a pesar de lo que diga su "ultraprotectora" y monjil hermana mayor. El tío va a cuerpo de rey en el asiento de detrás, como los señoritos de siempre aunque los lectores ya saben por artículos anteriores que cuando conduzco le hago trabajar un poquito abdominales, de paso que con el pelo me limpia los cristales laterales de atrás en las rotondas.

Otro ejemplo: le gusta más el teléfono que un caramelo al tonto que es, sin embargo no quiere saber nada de tener un móvil. No es tan baladí que una persona mayor vaya con el celular, siempre puede llamar si le pasa algo, por ejemplo .Sin embargo FIL grita un imposiblemente alto "NO" cuando alguien menciona la conveniencia del aparato. Habría que preocuparse en recargarlo y además recordar el botón que hay que pulsar.

"¿Me marcas el número de x?"... siendo x por ejemplo una de las hijas.
"¿Que no tienes dedos?" ... es mi respuesta, pero hay respuestas del estilo "¡desde luego papá....!" y también otras mías no reproducibles en un blog que se ha propuesto un poco de autocontención por mantener la decencia dentro de unos márgenes razonables.

"¿Me pones los calcetines?" (a su hija, a mí no se atreve).
La barriga que ha cultivado según él por no fumar, pero según la realidad por almorzar tres veces y merendar dos ya no le deja hacerlo con comodidad, pero hacerlo puede, vaya.

¡Tiene una cara! .

p.d. Prepárense, porque FIL y la comida es el siguiente artículo. De verdad que no sé si voy a tener fuerzas...

Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas (X).

Visita de FIL.

Este fin de semana hemos estado conviviendo con mi querido FIL como preludio a la convivencia de un mes entero que nos espera para el siguiente. La llegada ya fue gloriosa. A FIL hace tiempo que intentamos convencerle de que no es bueno viajar en el coche con las piernas cruzadas, pero nuestros esfuerzos en este campo (como en otros) han sido y son absolutamente estériles. Ante la frase "¡papá... no cruces las piernas que no es bueno!" él emite un sonido entre el "no", el "ne", el "si" y el "nhhh", y no me refiero a la mixtura de esos cuatro elementos en el significado sino en la fonética.
En lo que atañe al significado el resultado es una mezcla entre "si", "no", "déjame en paz" y "di lo que quieras que yo haré lo que me salga de las pelotas".
Lo bien cierto es que después de 20 minutos de viaje FIL salió del coche y caminó hacia la casa andando como si se hubiera bebido una garrafa de moscatel.
Sin embargo la voz sonaba sobria: "¡Que me caigo, que me caigo!". Pensé: "¡Coño!, está cada vez peor"... pero luego me acordé de la manía de cruzar las piernas (FIL dice que él no tiene manías, lo cual es seguramente la más enervante de ellas) y súbitamente me entró la risa. Llegó como pudo más mal que bien y con nuestra ayuda a sentarse en un sofá.

FIL tiene fijación con dos partes de su anatomía. La frase que estampa en el aire cada vez que se levanta es "La cabeza y las piernas". Aquí la fonética está clara, la semántica es: "tengo leves mareos cuando me levanto" y "¡cómo cuesta ponerse en pié!". Son construcciones muy complejas no voy a decir para la mente de FIL, aunque me entran ganas, sino para sus ganas de hilar frases completas de puro holgazán. La otra frase que se repite aunque menos veces cuando se incorpora del sofá o sillón es: "cuando me levanto me caigo..." cosa que, claro, nunca ocurre de verdad. La proporción entre estas dos frases (lo tengo científicamente estudiado) es de un 72,3% para la primera y un 27,7% para la segunda. El alcance de este estudio dará una idea de las veces que se incorpora a lo largo de un día.

Estas llamadas de atención, al estilo de las que hace un niño para captar el interés de cada ser circundante se basan en la únicas dolencias que FIL tiene a sus ya 80 años. Pero como estar bien supondría que parece que no se atiende al sujeto resulta que a nosotros nos duele la cabeza y nos tiemblan las piernas cada vez que pasa de semi-tumbado (no sabe sentarse) a erguido. ¡Ya hemos oído esa música unas cuantas veces en esa sesión!. Hemos de recurrir al humor para sobrellevarlo y al "cuando me levanto me caigo" respondemos algo así como: "¡vaya!, pues sí te has levantado rápido del suelo". Suena otra vez en su garganta esa mezcla entre "siii...", "gneee...", "phhh" y otras.

No sé, he llegado a sospechar que esa indeterminación al pronunciarse tiene algo de artístico. Pero como como arte tiene ribetes de artificio, artesanía y otros vocablos que encierran detrás de sí ciertas porciones de "trabajo", creo que voy a apearle la condición. En la coherencia del personaje -que la tiene- cualquier cosa que recuerde a trabajo o elaboración no cuadra.

Experiencias de una chico bondadoso con un suegro tocapelotas (XI).

La familia...¿carnal?

La familia de FIL goza como ya sabemos de una solidez y un blindaje ejemplares, sobre todo en lo concerniente a las aportaciones externas. Cualquier material "nuevo" era analizado bajo las premisas de un dogma fuertemente asentado y había de ser digno de pertenecer al clan. Lo realmente curioso es que como no podía ser de otra manera ni el clan era tan elevado ni aquellas aportaciones tan concordes con dicha elevación. 0 sea: gente normal que consigue ser anormal porque se cree elevada consigue que otra gente normal acabe siendo anormal por convivir con aquella. El paso de los años y el sojuzgamiento a dogmas y manías conforma al final un grupo humano digno de las piezas más delirantes de Valle Inclán.
La mayor de los hermanos de FIL inicia la saga de los "lín", diminutivo que se aplicó casi con carácter general a todos los miembros. Es una mujer muy despierta y energética a pesar de que ya rebasa los 80. Tiene energía para llevar en fila un regimiento y su posición de hermana mayor le proporciona todavía si cabe mayor autoridad. Pero además de todo ello Lolín se caso con el hermano menor de MIL*, con lo que se dió cruce de matrimonios entre dos familias. Realmente la familia de MIL era muy distinta a la de FIL en todo, pero sobre todo en la condición de ser mayoritariamente cultos y profesionales liberales... a saber: de los cuatro, dos abogados, un sacerdote (inevitable en estos tiempos) y la propia MIL quien no estudió no por falta de capacidad -era sensible, inquieta y yo estoy convencido que sabia- sino porque las condiciones sociales de la posguerra no eran propicias. Entrar a pertenecer de lleno en el linaje de un grupo de hidalgos venidos a menos era algo que a Hans seguramente no se le hubiera ocurrido en su juventud, de hecho Hans y Lolín contrajeron matrimonio a los cuarenta y muchos.
Contraer matrimonio no es "hacer uso del matrimonio" necesariamente, y esta sutileza permitió a Lolín sojuzgar a Hans en un aspecto más -y no nimio- de los que configuran la convivencia de una pareja: el sexo. "¡Castidad en el matrimonio!" tronaba ella con su inhumana voz de caña partida.
Hans y Lolín venían a veces en verano unos pocos días a casa. La tertulia era la actividad favorita. Sentados en un balancín desgranabamos los temas asumiendo un índice de participación variado y desigual. Lolín copaba el 80% de las intervenciones con su voz irreal y sus tesis de madre superior de las Clarisas. La especialidad de Hans era lisa y llanamente la apostilla. Creo que era un maestro en ello, era su forma de defensa, su guerra de guerrillas ante la potencia temible ideológica del ejército que en forma de verbo Lolín desplegaba. Recostado en el balancín en una sabia tercera fila, con voz trémula y aguda, suplía con una ácido sentido del humor y la subversión la falta de valor para enfrentarse directamente a Goliath. Sus intervenciones siempre me parecieron graciosísimas, pero lo más plástico era sin duda el contraste entre ambos. Cuando la cerrazón ideológica nos llevaba a un callejón sin salida Hans sentenciaba: "es tonto hablar". Era la señal de vía muerta.
¿DE QUE HA MUERTO ROCIO JURADO?.... era la valiosa aportación del propio FIL a la tertulia. Esta vez se ha producido en un silencio, pero otras veces la inserción es brutal como el tono de voz. Se presenta aleatoriamente a nuestro parecer, pero no es así, ocurre cuando hay actividad en su mente. ¡Simplemente su gandulería impide que retenga la frase por el esfuerzo que supondría recordarla!

*MIL es (era) mi suegra: Mother in law... claro.

Preciosa vida... Experiencias de una chico bondadoso con un suegro tocapelotas (X).

Preciosa vida... Experiencias de una chico bondadoso con un suegro tocapelotas (X).

Nada más enfilar la salida del área de servicio FIL reexpone su leitmotiv en su habitual dinámica fortissimo: "YO TRES LONGANIZAS". No se nos había ocurrido que se le pudiese olvidar, pero por si había dudas ahí estaba su reafirmación existencial en forma de agresión sonora.

Al entrar en el restaurante -uno de esos típicos y desangelados autoservicios de autovía- se produce lo que los músicos llaman reexposición resumida: "TRES LONGANIZAS". A pesar de su menor duración la dinámica empleada hace que el 100% de las víctimas del autoservicio sepan que no están solos en su ignominia, y aproximadamente el 80% de ellos quieren saber qué caras tienen las nuevas.

"¿HAY QUE IR A POR LA COMIDA...? NO ME GUSTA..." . Hay que reconocer que FIL es de una coherencia admirable porque no le puede gustar un autoservicio a quien le encanta que le sirvan. "Papá... siéntate y nosotros te la traemos, aquí, ¿vale?".

"TRES LONGANIZAS"

Pffffffffffff es lo más lúcido y elegante que viene a mi mente mientras su hija y yo nos miramos con resignación a la vez que avanzamos hacia la cadena de autoservicio.

Allí nos percatamos de que no hay longanizas entre la corta oferta gastronómica que yace inerte en los expositores. Su hija vuelve para intentar convencer a FIL de la conveniencia de una sopa castellana o de una apetitosa paella. No tiene tiempo de acabar de articular la frase: "LONGANIZAS... TRES". "¡Dos papá, dos! y ya está bien". FIL acaba con la paciencia de cualquiera, la reducción de la dosis obedece a un ya incipiente cabreo de su hija y también al hecho de que tres no le conviene porque tiene el colesterol regulado a base de pastillas.

Un amable empleado nos tranquiliza: "no se preocupen señores, las longanizas no están en la carta pero se las podemos hacer". Parece que FIL tiene la suerte de cara. El pago en caja y el traslado de la comida de tres personas en dos bandejas es un auténtico engorro. Tenemos verdaderas ganas de estar ya sentados y comiendo aunque sea con música de "LA VIDA QUÉ PRECIOSA ES...".

Al llegar a la mesa nos espera una sorpresa desagradable, FIL inspecciona el plato y lanza un "...PERO YO QUERÍA NEGRAS". Nos quedamos desolados medio en pié, medio-casi sentándonos. "¡Pediste longanizas!" tercia su hija. "PERO NEGRAS". "Papá son morcillas, se llaman m-o-r-c-i-l-l-a-s". Recuerdo no sin una sonrisa que FIL debe tener algún problema con el vocablo "morcilla"; recuerdo haber oído "chorizos negros" (¡¡!!), "butifarras", "botifarras", "butifarras negras" entre otras. Pero "longanizas" y al cabo de media hora "negras" era demasiado para nosotros y para el auto-anti-servicio. Nos debatimos entre acceder al "capricho", marcar una cierta disciplina o simplemente desearle morcilla, eso si, especificando antes del vocablo que él no encontró el giro "que le den".

Al final se impone lamentablemente para FIL nuestro cansancio y cobardía -lo reconozco- ante la posibilidad de acometer el penoso proceso de pedir otra vez algo que no está en el menú y sufrir el enervante trámite del pago en caja.

FIL refunfuña como un niño, reniega un poco y ataca con desgana el embutido. Su berrinche tiene una consecuencia positiva: podemos comer sin oír Radio Suegro... ninguna alusión a la belleza de la vida o a la grandeza de Dios. Una comida sana y decente, así de simple.


Otra vez de camino parece que a FIL se le ha medio pasado el berrinche. "AQUÍ YA NO VOLVEMOS...". Nada más oírlo me apunto la salida de la autovía en cuestión. Hay que acumular conocimiento útil para ulteriores puteos.


Un sorpresivo (otro...) "¡CUÁNTO COCHE...! nos avisa de que FIL ya no se acuerda del episodio morcillil. "¡CUÁNTO CUESTA DE LLEGAR!", es otra frase que está programada para sonar repetidas veces a partir del km 70 antes de la llegada a destino.


A nuestra llegada somos recibidos por mis cuñados de forma cariñosa y efusiva, a pesar de ser portadores del paquete en cuestión. La verdad es que nuestra relación es fantástica. Mi sobrino de diez años está viendo en la tele una de sus series favoritas. Tras besarnos se aplica con ahínco a la contemplación del serial. Nada va a perturbar dicha contemplación, ni siquiera FIL, quien tras acomodarse en la habitación que le dará cobijo un mes entero se sienta al lado del niño. "EL COLEGIO... ¿BIEN?"... un lacónico sí sin separar la mirada de la pantalla da respuesta. "¿TIENES YA VACACIONES?". El niño sube la voz pero no separa la mirada de la tele: "SIIIIiiii abuelito, sí". Nosotros salimos los cuatro con una improvisada merienda al jardín... tenemos mucho que contarnos. Al pasar por el salón nos compadecemos ligeramente de mi sobrino en silencio: el interrogatorio llega en el momento más inoportuno de la serie, como no podía ser de otra manera. De cualquier forma el niño es extremadamente inteligente, después de un conato de cabreo opta por lo más sano, se encierra en la serie clavando sus preciosos ojos en la pantalla y ya no contesta.

Nosotros estamos ya enfrascados en una agradable conversación mantenida en un no menos agradable atardecer. Nos ponemos al día de muchas cosas.


En los silencios de nuestra conversación oímos la televisión por la puerta abierta. FIL hace un rato que no interviene. De momento truena un "LA VIDA...." pero la frase no es completada... Nos miramos y por nuestra mente pasa la misma imagen: FIL ataca de nuevo, pero le ha frenado la constancia televisiva y autodefensiva de mi sobrino que ni ha pestañeado y seguramente ni respirado.

La semifrase queda dibujada en el aire del jardín saliendo del salón como el bocadillo monstruoso de un tebeo imposible.


Nos miramos y nos brota una sana carcajada. FIL es un inoportuno: de haber acabado la frase hubiese tenido razón.


More FIL (father in law) stories. Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (IX).

More FIL (father in law) stories. Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (IX).

Lo cotidiano de nuevo. Vida y viajes con FIL.


La convivencia con FIL en recintos pequeños (la traquilidad del hogar, el coche) es poco llevadera. FIL tiene un repertorio restringido de expresiones cuya previsibilidad e inexorabilidad recuerdan al martirio de la gota cayendo.


- "LA VIDA... ¡QUÉ PRECIOSA ES...!"


En el silencio del salón la declaración de optimismo lo parece de guerra por el desafuero sonoro con el que se produce, nosotros llegamos con FIL al nirvana de la admiración por la vida directamente por medio del susto. Cada vez que oigo la frase (y esa tarde había sonado ya dos veces) no puedo evitar pensar en el fraude que padecemos diariamente teniendo que tragar con lo de la supuesta depresión. El exabrupto nos ha sacado de la lectura. Cuando dirijo la mirada a su hija con intención de compartir un guiño, ella está en otro registro:

- "Papá...." (dulcemente pero con cara como de haber ido a pagar cien veces la misma multa) "... ¡qué pesadito!".

- "A MÍ ME GUSTA DECIRLO". Al oír esto aparece un "y a los demás que los zurzan..." en la parte de subtítulos de mi mente.

También hay otra frase inefable: "DIOS..... ¡QUÉ GRANDE ES....Y QUÉ GANAS TENGO DE VERLO...". Tengo que reprimir al chip encargado de lanzar mis subtítulos para que no se solidarice con SUS ganas...

Cada vez que transportamos a FIL nos demuestra que no está dispuesto a "ir a verlo" tan pronto, incluso se pone el cinturón de seguridad, proeza que no mucho tiempo atrás nos parecía imposible. "¡CUÁNTO COCHE...! es otra de las frases recurrentes. Abordar un viaje de 350km y oírla en el kilómetro 14 proporciona una perspectiva poco halagüeña, se podría poner la radio, o música a un volumen disuasorio, como hacen todos aquellos que oyen música en el coche con el intestino, pero es poco solidario y (os lo temías, ¿verdad?) FIL no se arredra fácilmente. Como tiene desarrolladísimo el don de la contra-oportunidad hace preguntas cuando peor se le pueden contestar. Estoy seguro que tendría que bajar la música aproximadamente en el segundo 28 de la primera pista...


La relación de FIL con las cerraduras es tan abrupta y poco considerada como la que le "une" con las personas. La llave ha de ir por ese camino le guste a ella o no. Una vez que se agacha y mete la llave viene un forcejeo desigual de apenas milímetros pero titánico entre FIL y el paño, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda: clack-clock-clack-clock-clack-clock-clack-clock... Igual es la divina providencia la que nos alivia del tormento de oírlo llevándose una micra de material metálico allá en el interior del paño para que la llave tozuda gire por donde se empeñó el señor... eso explica por qué en casa todas las cerraduras están para cambiar. Otros artefactos sufren suerte parecida, como ocurre con el cinturón de seguridad. FIL no se sujeta de puro gandul como ya se sabe, pero su "actitud vital/vial" choca con esos diabólicos cinturones auto-bloqueo. Lo normal es que comience el viaje sentado, y al cabo de no más de 20 km se vaya acercando peligrosamente al decúbito-supino, pero lo angosto del cinturón de las plazas traseras conjuntado con el hecho de que FIL, a pesar de que nunca antes estuvo gordo, tiene ya el perfil de una b con patas de alambre hace que el celoso mecanismo de bloqueo del cinturón se aferre firmemente a su barriga: "OYE....ESTO SE HA ESTROPEADO"... truena desde atrás.

Repuestos del sobresalto sonoro oímos el clack-clack-clack-clack-clack-clack... las gafas de sol de guardia civil de los de antes mirando la hebilla. Desde el puesto del copiloto espero a que se canse. Por mucho que estire la providencia no le va servir de nada con el mecanismo de bloqueo del cinturón de un coche alemán. Efectivamente, el cinturón no cede pero FIL estira en un sentido solo (el suyo) sin dar apenas margen a que se recupere, es decir como hace con todos nosotros.

Después de estudiarlo un rato en su brega como si se tratase de una especie nueva recién descubierta decido pasar a la acción... me estiro hacia atrás en una difícil torsión -me sorprende mi agilidad cuando estoy ligeramente cabreado- y cogiendo la porción del cinturón que se mete en la hendidura doy con fuerza un tirón hacia dentro para liberar el mecanismo, comprimiendo más aún la barriga de FIL... es un placer especial apretar las tuercas a alguien que se lo merece cuando es por su bien y no hay más remedio. Lo libero, le digo que se siente recto y que se lo vuelva a abrochar. Así lo hace y el viaje prosigue como antes del episodio.


A los 10 km. "LA VIDA.... ¡QUÉ PRECIOSA ES! Llorando


A los 20 km... clack-clack-clack-clack-clack-clack... "ESTO SE HA ROTO..." Enfadado


A los 22 km (14.50 horas): "YO... TRES LONGANIZAS....." Sorprendido


¿Cómo puedo no continuar? .... Seguirá.

Crudelia, la familia otra vez. Experiencias de un chico bondadoso con su suegro tocapelotas (VIII).

¡Hola de nuevo a todos!.
¡FIL se va mañana!, ejem, bueno, no se va, lo llevamos para seguir la norma de su vida por la cual se le besa, se le hace la comida, se le hace la cama, se le prepara el café, y un largo etcétera que no enumero ahora para no hacer más largo el párrafo, pero que entra ya en parcelas NO normales. Debería seguir enumerando, de verdad, porque de siempre ha habido voces alrededor nuestro (no muchas) que nos han reconvenido por tratar a FIL con excesivo rigor, voces que hablan sin el mínimo conocimiento de la situación generada por una premisa básica que no puedo resistir la tentación de adelantar: lo que por encima de todo me "toca las pelotas" es que FIL se hace el enfermo, y sobre todo que algunos/as se lo tragan.
FIL nos embauca con aquello de que tiene una depresión, le falta alegría... sin embargo quiere salir a cenar todas las noches a cualquier bar - el que sea - y también a comer, y además sale él a merendar y almorzar en lo que constituye su único acto volitivo que suponga quemar unas cuantas calorías... para ir a donde le sirvan esta vez pagando. Está como una rosa canturreando hasta que llega algún hermano/a suyo, momento en el que orquesta una puesta en escena de decaimiento convincente. Yo decidí hace tiempo contrarrestar esto con la vacuna de la puñetería, y ¿sabéis? ¡funciona!.
El sábado pasado nos íbamos a comer a casa de unos familiares, le encanta salir y cuando se lo decimos arranca a graznar de alegría. Preparativos, tocapeloteo, me llevo esto, lo otro, la cazadora, cerrarlo todo bien (esto unas cuatro veces y en los niveles de voz acostumbrados)... vamos, las ganas de salir para entonces son nuestras, pero elevadas al cubo por lo que salimos a presión.
Conduzco yo, arranco alegremente y voy negociando las curvas con decisión y arrojo. Como es gandul hasta para asirse casi hago que me limpie alternativamente un y otro cristal lateral... lo mejor son las rotondas encadenadas. De reojo miro con asombro por el espejo el ángulo de inclinación que puede llegar a tolerar por no usar los asideros (ni el cinturón, claro, hay que ponérselo).
En una de las rotondas espeta: "ME HE DEJADO EN CASA LA ALEGRÍA"...
Sabiendo que es pura farsa pienso en delatarlo aprovechando la ilusión que le hace ir de farra, doy un toque de volante algo brusco para rehacer la rotonda en sentido contrario mientras bramo para que me oiga: "¡PUES VOLVEMOS A CASA!". Mi chica me mira con los ojos muy abiertos desde el copiloto...
Se oye desde atrás: "¡NOooOOO, ESTOY BIEN!"... negocio otra vez la rotonda en el sentido original. Se oye decir desde atrás "JUAN LUIS... QUÉ ESPABILADO ES". El pícaro descubierto. ¡Está perfecto a sus 79 tanto física como mentalmente...!

Ayer mismo otra persona me dijo que había aspectos un poco crueles en mi tratamiento, estoy convencido que no es esí en absoluto. Me he propuesto no sobrepasar ciertos límites y guardo y guardaré infinidad de detalles que me darían el estatus de beato (a fuer de ser sincero llegar a beato no me interesa un comino), ¿mártires por la familia?... no hay que exagerar. La verdad es que hay que tomarlo con sentido del humor (porque del amor es imposible). ¿Cómo reaccionaríais si después de hacer la comida consistente en dos pequeños pero riquísimos y tiernos filetes con ensalada os dijera que quiere sólo uno de los dos (se ha atiborrado durante el cafenito) y viniese hacia vosotros con el filete excedente ensartado para ponerlo en vuestro plato salpicando jugo en metro y medio a la redonda por causa del ángulo que toma el filete en su balanceo colgante desde la punta del tenedor?.


FIL's family. Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas. (VII)

En mi caso concreto el recibimiento y aceptación por parte de FIL conformaron una situación bien diferente a la que vimos en el capítulo anterior, ya que había algo de positivo para él en el hecho de que me casase con su hija 2ª: y es que dejaba de ser amigo de la 3ª, la cual tenía novio, que era amigo mío también. Esta situación moralmente reprobable ("¿amigo ¿? de una hija mía... y no es su novio?" = cortocircuito mental), era gestionada por FIL con su tacto, gracia y habilidad características, ridiculizándome delante de sus hijas cuando yo no estaba para hacerlas rabiar. Enterarse que me casaba con ella le alegró por tanto.
Hay algo muy positivo en FIL: no es falso en absoluto, esta condición hizo que la primera vez que fuimos presentados me obsequiara con una de las sonrisas más falsas que nunca ví. Al contrario que ahora yo no le caía bien y no pudo ocultarlo. Encantador, ¿verdad?.
Pero sigamos el hilo argumental de la historia que quedó varado en los hermanos de FIL...serán necesarios unos cuantos capítulos de carácter descriptivo.
Los FIL eran siete, una de las cuatro hermanas falleció, y como ya se ha dicho los tres restantes son varones. Son pocas las ocasiones en las que hemos podido "disfrutar" juntos de todos los componentes de este "grupo fruto del amor". La experiencia es de una intensidad indescriptible.
En primer lugar llama la atención lo fuerte que pueden emitir para comunicarse estos ejemplares humanos. Sus voces además son de la tipología de la "caña partida", lo que hace que a altos volúmenes las mujeres esten cerca del graznido y los hombres del berrido, exceptuando la voz atiplada formada en una escuela de pastores de almas de la que es dueño el hermano religioso. La profusión de emisiones a altos volúmenes (por encima de 89 decibelios la mayoría de veces) de frecuencias distintas y timbres similares en forma de avalancha descontrolada, ya que para no olvidarse tienen que decir ya mismo lo recién elaborado en el cerebro, conforman una sinfonía estridente de rara plasticidad, una algarabía o más bien galerna que te deja desarbolado. A pesar del nivel de voz empleado (o precisamente por él) menudean los "¿quéééÉÉÉ? que son auténticos estiletes sonoros. Si por ende hay niños (algún sobrino nuestro) de por medio hay que estar preparados para los gritos no de los niños, sino de los miembros femeninos de los FIL, que expresan su admiración ante las gracias de los pequeños con emisiones sobrenaturales que son como híbridos entre el grito de una urraca en celo y el bocinazo.
En estos cónclaves de gaviotas desmadradas había hechos que me llamaban poderosamente la atención. Por ejemplo era patente que la mayor de los hermanos de FIL, persona con un carácter capaz de llevar en fila india a todos los demás y por tanto con una capacidad de influencia decisiva, no ocultaba su predilección por los sobrinos nietos varones aún nacidos del mismo matrimonio. La inclinación era tan descarada que aún me asombra y me hace reconocer de forma clara dónde están las bases del machismo de esta sociedad nuestra que parece moderna. Los FIL son un grupo anacrónico, cosa que la generación de sus hijos/as no lo son afortunadamente (no podéis imaginar aunque lo intentéis mayor salto generacional), pero estos rasgos machistas los encontramos en gente no tan "peculiar" como los FIL también.
¿De verdad avanzamos?

El apasionante mundo de la familia cristiana. Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas. (VI)

El apasionante mundo de la familia cristiana. Experiencias de un chico bondadoso con un suegro tocapelotas. (VI) Seguimos con historia.
No hay nada fuera de la familia carnal o de la que consiste en su expansión por el santo vínculo del matrimonio que FIL y sus hermanos consideren digno. Incluso esta última es tenida en inferior categoría.
¡La familia, la familia!.
Amistad es un concepto que no encaja en sus estrechas mentes, es una tipología de relación no catalogada. A veces pienso que el hecho de que a FIL le guste estar tumbado se debe a su estrechez mental, la que provoca que, como las monedas, su cabeza este mejor apoyada en el suelo (almohada en este caso) que en equilibrio sobre su canto. De cualquier forma podemos rastrear el origen de la ignorancia (y el desprecio) ante todo lo concerniente a amiticia en fuentes como el Nuevo Testamento. Asombra comprobar las escasas veces que "amistad" es citada. Véase los equívocos con "discípulos", "aquellos que le seguían" por no incidir de nuevo en lo tan manoseado de María Magdalena y Jesús. ¿Podrá haber en toda la historia de la humanidad un relato más pobre a la hora de describir los diferentes tipos de relaciones humanas?. Nos consolaremos pensando que es un libro poco extendido. ¡Qué tragicomedia!
Contrariamente, la perniciosa empanada mental que propicia aquello del "amáos los unos a los otros como yo os he amado" en psiques que como las de los FIL ni el más delirante Buñuel hubiera imaginado, junto al hecho de tener que institucionalizar por contrato (a cualquier cosa se le llama Santo Vínculo) una de las formas y consecuencias más importantes de aquel amorrrrrrr hace que se prrrrrrrroclame que "todos somos hermanos", pero que para ellos ni exista aquel individuo que no es fruto de la acción conjunta y "santificada" de los genitales de sus padres. (A mi teclado no le pasa nada con la r, los FIL cuando pontifican la marcan más que una carraca de feria).
Una muestra de este amor integrador es esta anécdota que me contó (pongo el episodio en su boca) uno de los cuñados de FIL cuando fue presentado a nuestro cristiano ejemplar: "FIL estaba trabajando alguna pequeña pieza sentado ahí (señala un pequeño banco de obra de la que ahora es nuestra casa). Al presentármelo ni se levantó ni soltó lo que llevaba entre manos. Me miró -cigarrillo colgando- primero de abajo a arriba y después de arriba a abajo y siguió a lo suyo sin decir nada."
Por si alguien pudiera albergar dudas: FIL comulgaba y comulga todos los domingos... es "pa mear y no echar gota".

Entremeses. Blogs y mentiras. Ley del mínimo esfuerzo (FIL's attack again)

Ayer me encontré con un buen amigo (F.P.) que, para mi sorpresa, me dijo que me leía. Pensé que éramos aqui dos ó tres, pero la observación de F. y el "moscardoneo" (y no lo toméis a mal, por favor, hoy tengo vena humorística) de IPs que constato en el servidor que he improvisado para los ejemplos musicales me asombra. Resulta que somos más pero hay muchos tímidos... bueno, no pasa nada, yo era tímido de joven Guiño.

El caso es que este amigo me hacía la observación de que en los blogs había que mentir para darle interés y que la página enganchase, todos lo hacían...
Tras darme una vuelta por unos cuantos he constatado que mi amigo tiene razón. También he constatado que no me convence el tufo de elaboración que destilan muchas historias. La gente se aburre, seguro. Inventan otros mundos sin acabar de exprimir este.

La verdad es que los blogs (bitácoras, o como queráis) tienen algo que me resulta atractivo: podrían enviar el negocio editorial a la mierda si la cosa proliferase seriamente. De la misma forma que las pequeñas compañías discográficas que distribuyen música por internet podrían acabar con el hediondo pastelazo de las grandes discográficas, albergo la esperanza de que aparezca un fenómeno que haga que la sección de novedades literarias de por ejemplo... The English Cut pase a mejor vida definitivamente. Aunque también reconozco que la disfruto porque me paseo por ella para descojonarme sin sonrojo de la mayoría de las portadas, los títulos y cuando las leo de las sinopsis con sonrojo (pero ajeno) provocado por las gi****olleces en las que no ahondaré porque no voy a comprarlo.
Decidme malvado si queréis, pero no cambiaré, luego me voy a ver los clásicos que sobreviven en su panteón de ediciones de bolsillo para estudiantes de secundaria (¿o en la secundaria ya no se estila la literatura?). Igual resulta que toda esta mierda está conectada...

Volviendo a los blog, si algo me gusta de los dos que leo con asiduidad es que son honestos: Quique cuenta cómo le afecta lo que ve y vive de forma similar a la mía, con otro estilo, por supuesto, pero con sencillez, gracia y limpieza. Igebelar ha construído un mundo virtual que no te engaña. Tú sabes que es virtual, y por tanto no se te embauca: se te regala fantasía, eres consciente y si lo quieres te sumerges en ella. Pero otras cosas que he podido leer después de la desmitificadora revelación se me antojan torres de imaginación un poco fatua.

¡BIEN! ahora viene la asunción y declaración de mi problema: muchos/as no me creerán cuando lo diga, pero FIL es real, ¡REAL!. Yo no invento nada, puedo provocar en la comparación, en la metáfora subida de tono, puedo regodearme en la descripción, pero no invento. Debo decir esto porque cuando hable de los hermanos de FIL (paso al registro vulgar)...vais a flipar. ¡PALABRA!.

La aplicación estricta de la LEY DEL MINIMO ESFUERZO tiene estruendosas pérdidas de eficacia como acaba de demostrame FIL hoy. He de interrumpir la semblanza histórica para ofreceros una sabrosa trufa extraída de lo cotidiano: FIL se sirve (es de las pocas cosas que hace) unas cuatro veces al día su acostumbrado "cafenito", que como ya sabéis está en un rango jerárquico superior al "cafelito" o al simple café que yo tomo. El "cafenito" se lo sirve, no se lo hace, he de precisar. No sería capaz. Se lo echa frío de una cafetera enorme que le hacemos (descafeinado, claro) y así sigue su cadena imparable de libaciones.
Hoy ha procedido como es habitual, pero una de las veces le ha dado (no puedo decir que ha pensado) por tomarlo de pie en la cocina en el justo momento en el que yo entraba para prepararme el mío. Después de remover la sacarina FIL alza la taza hasta que toca sus labios no sin derramar algunas gotas -que, por supuesto, él no limpiará- no porque le tiemble el pulso, sino porque el ángulo con el que la mano toma la pequeña taza no es corregido en los primeros estadios de la elevación, provocando el derrame por la parte delantera de la misma.
Una vez en sus labios, y tras el enorme esfuerzo mental efectuado para mover pequeños grupos motrices especializados, FIL decide no esforzarse más mentalmente y recurre a lo más directo: inclina el torso hacia atrás flexionando levemente las piernas. Con esto emplea grupos motrices enormes para alterar la inclinación de la taza pero no ha de pensar, el consumo de energía es desproporcionado, pero no ha de pensar. Al final del recorrido se percata de que con esta estrategia y trayectoria parte del contenido del "cafenito" quedará en la taza, con lo que se ve forzado a hacer lo que debió hacer desde el principio de la segunda fase, es decir: inclinar la mano por la articulación de la muñeca para conseguir que el líquido entre normalmente en la boca.
Observar la maniobra ha provocado que yo derrame parte de mi café. El genio hace la sutil apreciación a un volumen de 3 decibelios por debajo del nivel de saturación de mis oídos:
- "TE HA CAÍDO...".
Resisto la tentación de decir "a tí también" y medio grito (unos 72 decibelios) un seco y simple "SÍ". Está sordo de un oído pero no se quiere poner aparato porque hay que saber ponérselo, cuidarlo y...bueno, en esencia pensar. Esto hace que vivamos a grito pelao. Vuelve a la carga:
- "Y ESO...¿CÓMO HA SIDO? (a un nivel un poco más alto, cosa que no creía posible).
- "ME HA RESBALADO..." respondo en unos alegres 75 decibelios...no quiero repetir otra vez la frase.
- "¿EL QUÉ...?. (Debí haberlo hecho 3 dbs por encima)
- "ME RESBALÓ..." bramo.
Repone, ya más bajo:
- "CARAY..."
Respuesta elaborada pienso, casi gritando...

Es el número 1. Inefable e insuperable.

JL